viernes, 30 de enero de 2015

enero 30, 2015
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero.- Después de una hora de retraso, entre chiflidos de desesperación, gritos de alegría y también mentadas de madre, Luis Miguel volvió al Auditorio Nacional para ofrecer su primer concierto del año luciendo voz, elegancia y porte ante 10 mil personas en su presentación del "Deja vu Tour" (Déjà vu Tour).

Acompañado de una decena de músicos y dos guaruras de más de 1.90 cm de altura, el cantante recibió a su público con una radiante sonrisa al ver cada rincón del recinto atiborrado y comenzó su show con “¿Quién será?”.

Sin desafinar y con dos teleprompters que le ayudaban a recordar la letra de cada tema, el intérprete continuó con “Tú solo tú”, “Dame tu amor” y “Suave”, que fueron coreados por algunos y bailados por otros.

Luismi en el Auditorio Nacional. (Agustín Salinas / El Universal)

Mientras en las primeras filas la gente se desvivía y trataba de saludar de mano a Luis Miguel, en la parte de atrás le pedían temas en específico y disfrutaban sentados cada interpretación.


“Amor, amor, amor”, “Que tú te vas”, “Todo y nada”, “Sabor a mí” y “Sin tí” continuaron con el espectáculo que incluyó dos pantallas laterales y una central que en todo momento enfocó al ídolo de generaciones que ha vuelto al Auditorio como su casa de recitales.

“¿Estamos románticos o qué?... Qué bueno”, dijo Luis Miguel en una de sus escuetas intervenciones para después cantar con la ayuda de los presentes, y sobre todo de los enamorados, la composición de Armando Manzanero “Somos novios”.

A diferencia de otros años donde se mostraba más enérgico, esta vez prefirió la sobriedad al interpretar sus éxitos sin despeinarse y haciendo ligeras señales de indicación a sus músicos.

El anfitrión puso el micrófono al aire, en varias ocasiones, para que sus fanáticos fueran quienes cantaran y disfrutando cada momento siguió sin aspavientos el recital. Los coros y los suspiros se multiplicaron a lo largo de la velada, en la que la venta se souvenirs fue parte del ambiente.

Al cierre de esta edición, el cantante elevaba las emociones después de interpretar “Contigo en la distancia”, “Esa niña” y “Más allá de todo”.

Claves

La cita

- La reventa ofrecía los boletos más económicos por arriba de los mil pesos.

- Los comerciantes piratas ofertaba playeras a 100 pesos y tazas en 50.

- El recinto tardó en llenarse; pues el público permaneció en el lobby hasta después de las 20:30 horas. (Iván Castañeda / Milenio)