lunes, 12 de enero de 2015

enero 12, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 13 de enero de 2015.- Vestuario y música de época, voces educadas y el reto de adaptar una obra de dos actos a una presentación de casi una hora de duración fue suficiente para conquistar al público que acudió esta tarde al estreno de la ópera infantil “Chip y su perro”, de Gian Carlo Menotti, en el Auditorio “Silvio Zavala Vallado” del Centro Cultural Olimpo.


“Chip y su perro” llenó el teatro en la primera de dos presentaciones que tendrá en el Festival de la Ciudad. Aunque la obra es una ópera escrita en italiano, es una de las pocas que existen dirigidas al público infantil y que debe ser cantada por niños, Víctor González Pérez, productor y director musical, logró adaptarla acompañado de veinte músicos y un actor y conquistar con una historia de amor, humildad y enseñanzas.

La obra fue cantada en español, con momentos divertidos y en la que sin emitir una sola palabra, más que sus movimientos y ladridos en el escenario, la actuación del perro Rómulo Alejandro Lafayette, caracterizado por el actor y acróbata Héctor Antonio Baeza Betancourt, se llevó la puesta en escena.

La historia narra las desventuras de un fabricante de instrumentos musicales, Chip (Víctor González, contratenor), quien ha tenido una mala racha y se encuentra en la ruina. La única salvación para no morir de hambre es entregar a su perro, Rómulo Alexander Lafayette, quien por su inteligencia y carisma se ha convertido en la obsesión de la Princesa del reino, papel que interpreta la soprano Cristina Woodward Campos.

Nada satisface a la princesa, una joven que ordena llevar al perro al castillo para su divertimento, lo que provoca que la mascota extrañe su hogar, a su amo y desobedezca las órdenes, pero que al final logra causar la risa de la princesa quien descubre el valor de la amistad.

Una de las bondades de la obra es que además de promover el gusto por el bel canto, la voz del contratenor y los coros, son los mensajes para el público infantil, como la humildad, el amor, cuidar a los animales y el no dejar de soñar. El público, conformado niños y sus familias, aplaudió por varios minutos al elenco al terminar la función.

Para lograr la producción se conjuntaron varios patrocinios. El acompañamiento musical en vivo estuvo a cargo Ariadna Barrios de Pasos (piano), Rubén Pasos Escoffié (violín) y Miguel Cedillo (Contrabajo) del Ensamble de Cámara, quienes lucieron atuendos de época.


El vestuario fue proporcionado por el Fideicomiso Garante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán y se contó también con apoyo de la Academia de María del Pilar Ancona, Coco Makeup Studio y el Corporativo Musical Cuarta Potencia.

La dirección de escena estuvo a cargo de Víctor Cortés Belmont, quien destacó el reto que resultó trabajar con los músicos para presentar una obra escrita para niños.

En la obra también participan Luis Alberto Uh Dorantes, como el mensajero (tenor) y Richard Jasef Medina, el paje (contratenor), así como un coro de sopranos, barítonos y tenores interpretado por Ana Mercedes Cauich Matú, Alma Alejandrina Euán Pérez, Dioselina López Ancona, Andrea González Omundsen, Raquel y Azalia Fernández Medina, Ligia Bazán Suaste, David Humberto Ortiz Romero, Álvaro Escalante Álvarez, Juan Pablo Pinzón Esquivel, Armando López Uc, Alberto Ramírez Fuente y Rigel Alcocer Amaro.

La ópera infantil “Chip y su perro” se estrenó en México en 2008 y ha pasado por varios estados como ejercicio de ópera. Es una de las seis óperas para niños que compuso Gian Carlo Menotti, quien falleció un año antes de su estreno en el país.

“Chip y su perro” es uno de los estrenos del Mérida Fest 2015 seleccionados en la modalidad de Producción, y que cumple con una de las estrategias del festival: promover la cultura de nuevos públicos.

La obra tendrá una segunda y última función el próximo domingo 18 de enero, a las 13:00 horas en el auditorio del Olimpo. La entrada es gratuita.