sábado, 17 de enero de 2015

enero 17, 2015
MANILA, 17 de enero.- El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, señaló que el Papa Francisco no justificó la violencia contra la revista Charlie Hebdo cuando dijo que la libertad de expresión tiene límites, sino que “hablaba de una reacción espontánea que se puede sentir” cuando alguien se ve “ofendido profundamente”. (N. de la R.: No la justificó. La explicó).

Durante la rueda de prensa en el vuelo de Sri Lanka a Filipinas, el Papa fue preguntado sobre la libertad de expresión, a raíz del ataque a la revista francesa, conocida por sus ofensivas caricaturas contra personajes públicos y religiosos, incluyendo a la Santísima Trinidad, María y a Mahoma.

Francisco recordó que “matar en el nombre de Dios es una aberración contra Dios. Pienso que esto es lo más importante con la libertad religiosa. Puedes practicar (tu religión) con libertad, pero sin imponer o matar”.

Composición fotográfica de Diario 16: El mundo #musulmán se levanta contra #CharlieHebdo. (Enlace)

Asimismo, señaló que a la vez la libertad de expresión tiene un límite, pues si es usada para ofender, uno puede esperar una reacción.


El Papa usó el ejemplo del Dr. Alberto Gasbarri, el organizador de los viajes papales, que estaba junto a él durante la conferencia de prensa. “Es verdad que no puedes reaccionar violentamente. Pero, si el Dr. Gasbarri, mi gran amigo, dice algo contra mi madre, puede esperar un golpe. Es normal”. Aquellos que “giocatalizzano” o “hacen un juguete de la religión de otros… están provocando”, indicó.

En ese sentido, el P. Lombardi señaló que “evidentemente, no es que el Papa quisiera decir que justifica la violencia. Hablaba de una reacción espontánea que se puede sentir y que, de hecho, uno siente, cuando es ofendido profundamente”.

"En este sentido se cuestiona su derecho a ser respetado. Uno reacciona porque siente que su derecho ha sido violado", agregó.

El vocero vaticano dijo que el Pontífice “ha puesto el ejemplo más clásico del mundo, que nos viene a la mente a todos nosotros, cuando hablan de nuestra madre. Un ejemplo muy sencillo para hacer entender que uno se ofende cuando se dicen las cosas que le tocan muy profundamente”.

El P. Lombardi indicó que "esto lo puede sentir también un creyente cuando se ofende la fe".

"No es indiferente para nosotros que se ofenda a la fe. Hay que tener esto en cuenta, que en una convivencia los derechos tienen que ser respetados, pero esto es obvio", agregó. (ACI/EWTN Noticias)