viernes, 23 de enero de 2015

enero 23, 2015
BUENOS AIRES, 23 de enero.-La Casa Rosada aún no se repone del impacto que genera en la gestión la muerte de Alberto Nisman, pero ayer a la incertidumbre se sumó la segunda carta de Cristina Kirchner sosteniendo que el fiscal "no se suicidó". Este vuelco en el planteo oficial, generó desconcierto en algunos despachos de Balcarce 50.

La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

"El lunes empezamos diciendo que era un suicidio, pero señalábamos que de ser así era inducido, ahora depende de la Justicia", sostuvo un alto funcionario del Gabinete después de difundida la carta. Los días no son tranquilos, la preocupación no disminuye y el discurso oficial se va acomodando día a día. Un ministro cercano al círculo más íntimo de Presidencia sólo esbozó "es un desconcierto total", pero nadie contradice ni plantea estar en desacuerdo, todo lo contrario: fortalecer la imagen presidencial y unificar el discurso "es la prioridad", expreso el funcionario.


Como cada decisión de relevancia institucional que toma la Presidenta, es conocida en el Gobierno cuando se oficializa. "No la esperábamos, pero sabíamos que algo iba a decir y suceder, como puede ocurrir en los próximos días", indicó a Clarín un ministro.


En el Gobierno calificaron de "gravísima acusación" el planteo de Cristina Kirchner señalando que la muerte del fiscal "era parte del plan", pero explicaron que "no está descolocado ni mucho menos" y a la vez, lo justificaron diciendo que la denuncia central hoy es un "complot en contra del Gobierno, ella (por Cristina) tenía que salir con un planteo fuerte porque la ofensiva brutal en la que quieren instalar que ella es responsable de la muerte de Nisman", indicó una fuente de jefatura de Gabinete. La Presidenta indicó en su carta: "Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible".

En el Gabinete descansan en que la denuncia presentada hace una semana por el fiscal Nisman "no tiene sustento", "es floja y hace aguas por todos lados", describió un dirigente K desde que fue publicada. Pero la preocupación radica en el impacto político del caso. "Esto tiene claramente un solo objetivo que es voltear este gobierno y esto tiene que quedar claro, si ella no sale con esta acusación la llevan puesta", indicó un alto funcionario del Gabinete.

La Presidenta permanecerá en la quinta de Olivos desde donde baja directivas a sus principales asesores. Sorprendió -para algunos- la nueva carta y su contenido, pero refuerzan el planteo y cuando existe la oportunidad aclaran: "Stiusso -acusado por Cristina- no lo nombró Néstor está hace muchos años en la ex SIDE".

Jorge Capitanich, jefe de Gabinete, con la cautela que lo caracteriza expresó: "La carta es completamente contundente, no tengo nada que agregar". El giro discursivo del Gobierno marcará la agenda política del día. (Lucía Salinas / Clarín)