viernes, 23 de enero de 2015

enero 23, 2015
MADRID, España, 23 de enero.- La aplicación de mil latigazos -además de la pena de prisión- a un conocido bloguero, y la decapitación pública de una mujer, han vuelto a situar a Arabia Saudí a la cabeza de los regímenes con castigos más estremecedores para quienes infrinjan sus leyes. La diferencia en materia de castigos entre el sistema saudí y el yihadista que ha establecido un «califato» en el norte de Siria y de Irak se reduce casi a la publicidad: el Estado Islámico (EI, IS o ISIS) los difunde por internet, y Riad en cambio prohíbe que se filmen o se fotografíen. Hace pocos días, las autoridades saudíes encarcelaron a un funcionario de prisiones que tomó fotos de una decapitación pública.

Ejecución: En Arabia Saudita, un traficante de drogas fue decapitado con una espada (foto de archivo de 1985 de B. R. Neilson/ Rex Features)

El pasado 16 de diciembre, el Estado Islámico publicó una lista de delitos, con sus respectivos castigos, para su difusión en los territorios que controla militarmente. Son crímenes «hadd», que los yihadistas consideran «contrarios a los derechos de Dios» y proceden de la tradición de los «hadith», los dichos del profeta Mahoma. En teoría son de obligado cumplimiento para todos los regímenes islámicos, pero solo los aplican en sentido estricto Arabia Saudí y el «califato terrorista».


La blasfemia, el asesinato y la práctica homosexual están castigados con la muerte: a espada y en plaza pública, en Arabia Saudí, o a cuchillo en los territorios del EI. El adulterio se paga con la lapidación en los dos territorios. El robo, con la amputación de una mano. El asesinato con robo, con la crucifixión en el Estado Islámico y la decapitación en Arabia Saudí. El consumo de alcohol, con la pena de flagelación. Se desconoce el número total de ejecuciones aplicadas por los yihadistas del EI, pero diversas oenegés estiman que Arabia Saudí ejecutó en 2014 a 87 personas; en las primeras tres semanas de este mes ya han sido decapitadas 15.

Tanto el régimen saudí como el yihadista que dirige Al Bagdadi beben de la misma tradición islámica fundamentalista: el wahabismo, la escuela más rigorista del islam suní. En el terreno político, el EI y Riad están enfrentados. Arabia Saudí participa tímidamente en la alianza militar contra el Estado Islámico que encabeza Estados Unidos. El califato, por su parte, acusa al régimen de la monarquía Saud de apóstata por su alianza política y económica con Washington. Pero en el terreno doctrinal ambos buscan en el wahabismo implacable la base para legitimarse ante el pueblo.

El 16 de enero, RT publicó el enlace a un video de LiveLeak de la decapitación pública de una mujer en La Meca, la décima ejecución en ese país en las últimas dos semanas.

2015 se perfila en esta monarquía del Golfo como un año aún más sangriento que el año pasado, cuando 87 personas fueron ejecutadas por el Estado, ya que tan solo en dos semanas de este año fueron ajusticiadas 10 personas.

El video de la ejecución, que tuvo lugar el lunes 12 de enero, muestra a la mujer birmana Lalia Bint Abdul Muttablib Basim gritando mientras la arrastran por la calle. A continuación, cuatro agentes de la policía la sujetan antes de que un verdugo espadachín la degüelle valiéndose de tres golpes.

En la escalofriante grabación, Bashim, que fue declarada culpable por un tribunal islámico saudita de abusar sexualmente y de asesinar a su hijastra de siete años de edad, insiste a gritos en su inocencia. "Yo no la maté. Yo no la maté", grita repetidamente. Se cree que un funcionario de seguridad pudo haber grabado el vídeo de forma encubierta. (Francisco de Andrés / ABC / rt.com)