jueves, 18 de diciembre de 2014

diciembre 18, 2014
WASHINGTON D.C., 18 de diciembre.- La Casa Blanca no descartó el jueves la posibilidad de una eventual e histórica visita del presidente de Cuba, Raúl Castro, a Washington, como parte de los planes de Barack Obama para normalizar las relaciones con La Habana.

"No descartaría una visita del presidente Castro", dijo el portavoz, Josh Earnest, el jueves a periodistas, un día después de que ambos gobiernos anunciaron el restablecimiento de sus relaciones y la reapertura de sus embajadas, tras medio siglo de hostilidad.

Cubanos en La Habana escuchan el discurso de Raúl Castro.

La secretaria asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental de la Secretaría de Estado, Roberta Jacobson, que podría viajar a Cuba en enero, aseguró que las renovadas relaciones no están directamente relacionadas con el progreso en los derechos humanos en la isla.

"El presidente ha recibido a los líderes tanto de Birmania como de China en Estados Unidos", dijo Earnest. Al reunirse con estos líderes puede ejercer una mayor influencia para que mejore el respeto a los derechos humanos, agregó.

Republicanos y algunos demócratas avisaron que combatirán los esfuerzos de Obama para ampliar los lazos comerciales con la isla de régimen comunista.


Earnest desestimó la amenaza de que el Congreso vaya a bloquear al mandatario.

"Los pasos anunciados por el presidente están dentro de su autoridad ejecutiva", dijo, y la Casa Blanca "no está particularmente" preocupada de que pueda ser frenada.

La mayoría de los expertos legales coinciden en que el mandatario tiene amplios poderes ejecutivos para suavizar restricciones comerciales, bancarias y de transporte con La Habana, incluso si el Congreso se opone.


El mayor obstáculo para las relaciones normales entre las dos naciones es el embargo, que lleva vigente varias décadas. Con los republicanos a punto de hacerse con el control de las dos cámaras del Congreso en enero, hay pocas posibilidades de que los legisladores puedan acabar pronto con todas las sanciones en Cuba.


Estas sanciones están garantizadas por ley, especialmente la Helms-Burton de 1996. Los líderes republicanos han dicho que no permitirán el avance de proyectos en la Cámara de Representantes que puedan suavizar el embargo.


Los congresistas republicanos reaccionaron rápidamente para sugerir otras ideas para bloquear o, al menos, ralentizar el descongelamiento de las relaciones, incluyendo negar fondos para reabrir la embajada en La Habana e impedir la confirmación de un embajador en Cuba.

(Reporte adicional de Richard Cowan, Patricia Zengerle y Arshad Mohammed; editado en español por Javier Leira y Carlos Serrano / Reuters / Repubblica)