viernes, 12 de diciembre de 2014

diciembre 12, 2014
MÉXICO, 12 de diciembre de 2014.- Juan Manuel Estrada Juárez demandó justicia para las víctimas del Albergue La Gran Familia, que el gobierno federal concluya las investigaciones sobre el caso, y  señalar públicamente a los funcionarios que durante décadas ignoraron las denuncias contra Rosa Verduzco, conocida como “Mamá Rosa”.


Este viernes, al recibir de manos del presidente Enrique Peña Nieto el Premio Nacional de Derechos Humanos 2014, el presidente de la Fundación FIND –dedicada a la búsqueda y recuperación de niños desaparecidos- pidió no abandonar a las víctimas de este caso.

“Quisiera aprovechar esta ocasión para pedirle a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas que no los abandone, que les ofrezca una atención especial e inmediata, los jóvenes requieren sus papeles, los necesitan para trabajar, muchos no pueden encontrar trabajo porque no tienen esos papeles.

“Debemos evitar, no más Mamá Rosas, por esa razón, desde aquí expreso mi decisión de dedicar el fruto de este premio a las víctimas de Mamá Rosa, hay que ayudar a estos jóvenes a recuperarlos a apoyar su vida, a recuperar su vida, a recuperar su esencia”, asentó.

En su mensaje, sentado al lado del presidente Peña Nieto, dijo que hablar de niñez olvidada en México es hablar de La Gran Familia y  de Mamá Rosa. 

“La Jefa, como es conocida por muchos de los que están aquí, fue poseedora de los secretos de las clases más pudientes y poderosas de México; y como, también, de los orígenes de muchos niños que eran albergados y cuya historia, quizás, jamás conoceremos”, señaló.

Agregó que durante muchos años denunció que en ese albergue se cometían actos ilícitos y que para algunas autoridades “era normal”. Asentó que gracias a la intervención del gobierno federeal, en un operativo que buscaba rescatar a cinco menores, fueron encontrados 450 menores y 138 adultos viviendo en condiciones infrahumanas y de esclavitud.

Recordó que los primeros testimonios refieren que Mamá Rosa o Rosa del Carmen Verduzco obligaba a los niños a pedir limosna, a dormir en el suelo, entre ratas, chinches, a sufrir golpes, sobre todo, abusos sexuales; y, además, darles comida en mal estado.

“Víctimas como "El Sonrisas", como "El Huichol", y como tantos otros que aquí me acompañan, en sus declaraciones manifestaron la existencia de un cuarto de castigo, un cuarto de tortura, El Pinocho; de las vejaciones que sufrían, de las golpizas que ahí les daban”, señaló en el Salón Adolfo López Mateos de Los Pinos.

Mencionó que ante la ley, los jóvenes que cumplían 18 años podían salir, pero Mamá Rosa no los dejaba. “Mamá Rosa manejaba las costumbres y manejaba el albergue a su arbitrio. La gran familia ha sido y es un caso de injusticia que no debemos permitir.

“Un denominador común de los relatos de los jóvenes que fueron rescatados en esa casa-hogar, fue que pensaban que iban a estar en esa casa para siempre. Ellos creyeron que el encierro sería para siempre”, puntualizó.

Subrayó que hoy, gracias al apoyo del Gobierno Federal, muchos salieron pero hay muchas familias que todavía buscan justicia. “Muchos ex internos que buscan a su familia, muchos que no tendrán la suerte que tuvo Toño, El Huichol, de reencontrarse con su familia”.

Indicó que muchos de los jóvenes, si bien recuperaron su libertad la mayoría no han podido recuperar su esencia, su identidad, sus papeles de estudio, sus actas de nacimiento y su identificación, que son cosas muy del diario.

Dijo que las víctimas no solo son los 450 menores y los 138 adultos, que fueron encontrados ahí  sino que existen también los que se fugaron, los que tuvieron el valor de brincar la cerca, los que enfrentaron a Rosa Verduzco y que durante muchos años lograron escapar.

“Hago un llamado, señor Presidente, para que las víctimas reciban justicia, una justicia que les debemos, debe su Gobierno concluir las investigaciones y señalar públicamente a los funcionarios implicados en décadas de no hacer y de no escuchar tantas denuncias”. (Francisco Reséndiz para El Universal)