jueves, 11 de diciembre de 2014

diciembre 11, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 11-XII-14

¿Se imagina que en la empresa en la que usted trabaja, su jefe reportara un sueldo más alto del que usted percibe? Y peor: que la empresa se jacte en sus asambleas de que invierte muchísimo en sus empleados, cuando no es cierto. O ya rayando en el escándalo, que la empresa en efecto erogue cierta cantidad justificada como sueldo para usted, pero usted reciba 20% menos. “Alguien” estaría recibiendo esa diferencia.

Eso se llama desfalco. Y está sucediendo impunemente en México. 


La opacidad en el manejo del dinero del sistema educativo permite que esta práctica pueda darse a gran escala con profesores de educación básica que en su recibo perciben una cantidad menor a la que reporta el gobierno estatal que les paga.


Uno de los objetivos centrales de la reforma educativa era acabar con los privilegios, la corrupción y la opacidad en el manejo del presupuesto. A más de un año de su entrada en vigor no hay cambios sensibles y los gobiernos estatales esconden su manera de usar el dinero público destinado a la educación al reportar las nóminas magisteriales como a cada uno mejor le parece o conviene.

Los gobiernos estatales hacen pública la información que quieren, cuando quieren y con el formato que quieren: un mes informan los sueldos completos, al siguiente quitan datos y números, y luego de nuevo.

Eso en el mejor de los casos, porque por ejemplo entidades como Quintana Roo y Tamaulipas no han entregado nada en un año.

O Baja California Sur y Sinaloa, que sí han entregado documentos pero con la información que “transparentan” es imposible conocer los salarios porque la columna donde deben aparecer las percepciones ¡está en blanco! No tenemos un solo dato de sueldo para estos dos estados en el último año.

Tan poca es la información ofrecida por los gobiernos estatales que diversas organizaciones y asociaciones civiles se han rendido en su intento de elaborar de forma confiable un índice de transparencia del gasto educativo.

Si un gobierno reporta que le paga más a un docente y éste recibe menos… ¿dónde queda el dinero?

Para comparar lo que el gobierno dice que le paga a un maestro y lo que realmente cobra ese profesor, un servidor ha impulsado el portal Checa Tu Sueldo (http://www.checatusueldo.com) que ayuda a los docentes de educación básica que trabajan en escuelas públicas a conocer cómo reporta la autoridad estatal su sueldo.

Mientras más profesores consulten su sueldo, lo comparen con su recibo y denuncien las diferencias, habrá más posibilidades de conocer las dimensiones del desfalco y de presionar para que los gobernadores dejen de aprovecharse del dinero público.

Es una alternativa. Ya hemos recibido cientos de denuncias de que les pagan menos de lo que reportan. Una bola de nieve en construcción.

carlosloret@yahoo.com.mx