sábado, 22 de noviembre de 2014

noviembre 22, 2014
WASHINGTON D.C., 22 de noviembre.- “No me daré por vencido”. Con esas palabras, el presidente Barack Obama salió al cruce de quienes criticaron la acción ejecutiva que anunció el jueves. Desde una escuela en Las Vegas, Nevada, donde la mayoría de los alumnos son hispanos, el mandatario defendió su decisión (equivalente a un decreto) que amparará de la deportación a entre 4.5 y 5 millones de indocumentados.  Y le exigió a los republicanos en el Congreso que “aprueben una ley” de reforma migratoria.

Obama se defendió así de la ola de críticas que le llovieron desde que ayer se conocieron los detalles de su acción ejecutiva que protege a padres de ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes y amplía la fecha de cobertura de la Acción Diferida (DACA) de los dreamers. Todos ellos, además de obtener un amparo para evitar las deportaciones, podrán gestionar un permiso de trabajo.

En la Escuela Del Sol en Las Vegas, Nevada, hispanas reaccionan al discurso de Obama en defensa de su acción ejecutiva sobre los inmigrantes. (Foto Pete Souza / Casa Blanca)

El mandatario pronunció su discurso en la escuela Del Sol donde el año pasado, a comienzos de enero, definió sus principios de una reforma migratoria, un día después de que un grupo bipartidista de senadores anunciara la redacción de un proyecto para regularizar la permanencia de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.


La medida anunciada ayer por Obama no beneficia a todos ellos, pero trae alivio a unos 5 millones.

“No todos van a calificar, eso es cierto. Es por eso que tenemos que aprobar una ley”, dijo Obama a un joven del auditorio que lo interrumpió en medio del discurso. Se trata de un dreamer llamado José Patiño.

“Te escuché y lo que les digo es que tenemos que aprobar una ley. Tenemos que hacer un mayor trabajo. Te respeto a ti y quiero que seas respetuoso conmigo”, pidió Obama.

Además de Patiño, otro dreamer cuestionó a Obama. Angel Fernández habló al final del discurso con Univision Noticias y explicó porqué él y su amigo interrumpieron a Obama.

"Estamos decepcionados porque la acción ejecutiva del Presidente dejó afuera a los padres de los dreamers y no lo entendemos", dijo Fernández.

"Los dreamers hemos sido la cara del movimiento migratorio y no nos vamos a dar por vencidos. El día siguiente (del anuncio) es el momento más importante para presionar", dijo el joven que advirtió que se ha ganado "la batalla, pero no la guerra".

Tras escucharlos, Obama siguió defendiendo su medida. En todal fue una media hora de explicaciones sobre el porqué de su medida. “Por años supimos que nuestro sistema migratorio estaba roto. No hicimos mucho. Hoy hacemos algo al respecto”, dijo Obama.

El Presidente recordó su trabajo con congresistas de los dos principales partidos para aprobar la reforma migratoria el año pasado. “Fui a trabajar con el Congreso, empecé con el Senado. Demócratas y republicanos aprobaron una ley bipartidsta basada en principios” comunes. “Fue una buena, y sólida ley con sentido común”, agregó el Presidente.

“Han pasado 512 días. Un año y medio y lo único que hay en el medio entre esa ley y mi escritorio es una simple votación por “si” o “no” en la Cámara de Representantes. Si hubieran permitido que se votara la hubieran aprobado y la hubiera firmado y hoy sería ley”, sostuvo Obama.

“Hay republicanos que trabajaron duro en esta ley y merecen el crédito”, destacó el Presidente quien recordó que estuvo en contacto con el líder de la mayoría republicana, John Boehner, durante todo el proceso.

“Le dije lavaré tu auto, pasearé tu perro, haré lo que necesites para que se vote la ley”, dijo Obama con ironía. “Y no lo hizo”.
Boehner mantiene frenado el proyecto de ley aprobado por el Senado desde junio de 2013.

“Vine a decirles que no me voy a dar por vencido. Nunca me doy por vencido”, dijo Obama y la multitud estalló con un imparable “Sí, se puede. Sí, se puede” cargado de aplausos y vivas.

Antes de despedirse, el Presidente les prometió que “seguirá trabajando con los congresistas” hasta que se apruebe una reforma migratoria que beneficie a los indocumentados que se quedaron afuera de los beneficios de su acción ejecutiva.

El mandatario pronunció su discurso en la escuela Del Sol, donde el año pasado, a comienzos de enero, definió sus principios de una reforma migratoria, un día después que un grupo bipartidista de senadores anunciara la redacción de un proyecto para regularizar la permanencia de los 11 millones de indocumentados.

El amparo anunciado por Obama tiene una duración de tres años y la fecha de inicio de la acción ejecutiva será anunciada en las próximas semanas por la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigraciòn (USCIS, en inglés).

En su discurso del jueves, Obama dejó claro que la acción ejecutiva representa un alivio migratorio temporal, y que una solución permanente está en manos del Congreso con la aprobación de una reforma migratoria comprensiva e integral.

La protección anunciada ayer no otorga derecho a la ciudadanía o una residencia permanente para los indocumentados elegibles. El derecho a la ciudadanía es un beneficio que sólo puede ser conferido a los inmigrantes sin papeles por el Congreso a través de una reforma migratoria, por lo cual el presidente lamentó que el actual sistema obligue a los inmigrantes indocumentados a vivir “en las sombras” y separados de sus familias en muchos casos.

El plan anunciado por Obama busca también reforzar la frontera cambiando recursos del interior del país hacia el límite entre Estados Unidos y México. Asimismo, las deportaciones se centrarán en las personas que cruzaron recientemente la frontera, y en inmigrantes que han cometido crímenes y son considerados de alta prioridad.

La acción ejecutiva de Obama representa el mayor cambio en la política de inmigración desde la aprobación de la reforma migratoria de 1986 durante la presidencia del republicano Ronald Reagan, que favoreció a unos 3 millones de indocumentados, la mayoría de ellos originarios de México.

Los republicanos de inmediato criticaron la acción ejecutiva del Presidente. El senador por Nevada, Dean Heller, aseguró que él votó por el proyecto de ley de reforma migratoria que aprobó el Senado en junio de 2013, pero que no está "de acuerdo con el uso de una orden ejecutiva por parte de una administración que no toma en cuenta al Congreso”.

"Con la utilización de una acción ejecutiva, el Presidente se muestra miope porque no está ofreciendo más que una curita para un problema mucho más grande", agregó Heller. "Este no es liderazgo", sostuvo.

Por su parte, el gobernador de Nevada, Brian Sandoval (republicano), afirmó que Obama "da falsas esperanzas a los millones de personas en todo Estados Unidos que continuarán a la espera de una solución permanente”.

“Nuestro sistema de inmigración está roto y sin lugar a dudas la reforma integral es necesaria", dijo Sandoval, quien es de origen hispano. "Sin embargo, cualquier solución al mayor problema debe ser una solución legislativa, no una decisión unilateral hecha por el Poder Ejecutivo", señaló el gobernador de Nevada tras el anuncio de ayer.

Del mismo modo, el representante republicano de Nevada, Joe Heck, dijo que "la reforma migratoria debe ser debatida y votada por los representantes elegidos por el pueblo estadounidense”.
"Es decepcionante que el presidente haya elegido a Las Vegas como su lugar para ignorar tanto al pueblo estadounidense como a la autoridad legislativa del Congreso", agregó.

Pese a las críticas republicanas, los demócratas apoyan la acción ejecutiva de Obama y coinciden en que una reforma migratoria completa únicamente puede lograrse a través del Congreso, por lo que invitaron a los republicanos a avanzar en el debate estancado en la Cámara de Representantes.

La elección de Obama de Nevada como el punto para firmar su acción ejecutiva no es fortuita. Se trata de un estado cambiante en cuanto a preferencia partidista en el que 27.5% de los residentes son hispanos y que podría representar un importante bastión de apoyo para los demócratas rumbo a las elecciones presidenciales de 2016.

Será especialmente importante para los demócratas volver a estimular a ese bloque electoral para 2016, cuando se espera que el senador Harry Reid busque la reelección y podría enfrentar al primer gobernador hispano de Nevada, el republicano Brian Sandoval, si entra a la contienda.

Nevada también será un estado que resultará beneficiado con la orden ejecutiva, dado que aproximadamente 7.6% de los habitantes son indocumentados, la proporción más alta para cualquier estado.

Uno de cada seis estudiantes tiene al menos un padre que vive bajo el espectro de la deportación. (Univision)