jueves, 27 de noviembre de 2014

noviembre 27, 2014
CIUDAD DE MEXICO, Distrito Federal, 27 de noviembre.- El titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación local, René Drucker Colín, presentó el Laboratorio Nacional de Canalopatías o alteraciones en los canales iónicos, el primero de su tipo en Latinoamérica.

El investigador refirió que este laboratorio automatizado, localizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), surgió a partir del desarrollo de una investigación para generar un anticonceptivo masculino, como proyecto innovador, para el cual se aportaron 20 millones de pesos.




Durante la presentación en el Instituto de Fisiología Celular en Ciudad Universitaria, destacó que con la puesta en marcha de este laboratorio se abren nuevas expectativas en la investigación de diversos tipos.

En su intervención, Drucker Colín señaló que el desarrollo del anticonceptivo masculino aún está en progreso, al buscar la sustancia adecuada para inhibir el movimiento del espermatozoide y de esta manera evitar que fecunde al óvulo.

De manera que si se genera “un anticonceptivo masculino, que sería finalmente una tabletita de algún tipo se podría desarrollar en el país una empresa que vendiera este producto de innovación”.



Por su parte, la directora del Instituto, Marcia Hiriart, explicó que los canales iónicos son proteínas que se encuentran en la membrana celular, para que exista un intercambio entre el exterior y el interior de la célula.

De esta manera las proteínas dejan pasar a gran velocidad partículas cargadas que se llaman iones, principalmente de sodio, potasio, calcio y cloro, indispensables para el funcionamiento de las células.

Cuando este sistema no funciona, se producen enfermedades que pueden ser congénitas o adquiridas, afectando a órganos como el cerebro, corazón o los músculos.

A su vez, el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, Carlos Arámburo de la Hoz, coincidió en que este laboratorio permitirá abordar con más capacidades, una serie de problemas importantes para el funcionamiento de los seres vivos.

El responsable del laboratorio, Arturo Picones Medina, explicó que al ser automatizado el trabajo, un robot tiene el control y no necesita personas directamente involucradas en el experimento mismo.

“Este robot tiene la capacidad de trabajar en 16 tareas a la vez, es como tener 16 sistemas al mismo tiempo, y una labor que se podría finalizar en tres meses, se puede hacer en tres horas”, expuso. (La Jornada)