miércoles, 26 de noviembre de 2014

noviembre 26, 2014
Pedro Echeverría V.

1. El Estado-gobierno en México nunca ha perdido en las llamadas “mesas de diálogo” porque obliga a sus representantes a obedecerlo; cuando hay “fuego” o movilización -como el caso de Ayotzinapa o como aquel desafuero de López Obrador en2005- las “mesas de diálogo”, les ha servido para “apagarlo”. Por el contrario, sus interlocutores –sean estudiantes, campesinos, obreros o del movimiento social- acuden con el solo “valor mexicano” y siempre han estado condenados a perder. La fuerza política, económica, armada, en TV, siempre es parte del Estado; por el contrario aunque los interlocutores representan en sus discursos la defensa de las mayorías, su fuerza real siempre es inferior a la del Estado. Hay miles de ejemplos.

2. Parece que las “mesas de diálogo” sólo las buscan los débiles, los que están en desventaja; por el contrario, los fuertes sólo buscan obligar a los demás a someterse. El Estado no dialoga con cualquiera, sólo lo hace cuando ve que un movimiento es fuerte o tiene posibilidad de fortalecerse por la coyuntura política social que atraviesa. ¿Por qué “dialoga” el Estado si tiene toda la fuerza? Porque es un estratega político que sabe que así puede mediatizar cualquier movimiento social o comprarlo si fuera necesario. Por ello hay que repetir, reiterar, gritar, que quien obligadamente domina en un “diálogo” es quien tiene la fuerza real, no de palabra; y los movimientos sociales más que buscar “dialogar” tienen que extender y fortalecer sus movimientos.

3. El movimiento del Poli fue distinguido, ensalzado, halagado, cultivado como “ejemplar”, “pacífico”, “respetuoso” por los medios de información, el gobierno y parte de la sociedad civil. Hasta el secretario de Gobernación y sus funcionarios se colocaron en una tribuna a hablar con ellos. No les arrojaron tomates o huevos podridos, pintura o mentadas de madre. Todas las protestas del Poli coincidieron con la lucha nacional e internacional contra la desaparición o asesinatos de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Como “tapón de sidra” Osorio hizo un show frente a los estudiantes del Poli, les resolvió sus peticiones y nombró una “mesa de diálogo”. Los maestros de la CNTE llevan casi tres años en plantones, movilizaciones en las calles y nada.

4. Por el contrario, si los movimientos demuestran combatividad por estar ya cansados del gobierno que los reprime, asesina; si se cubren el rostro para evitar ser identificados y encarcelados. Aparece entonces en el programa de Aristegui –que se supone el favorable a las luchas sociales- un comentarista saltimbanqui, ex subsecretario de Gobernación, Jorge Alcocer, que puta pide represión contra las protestas dignas y combativas. Por el contrario, Layda Negrete, ciudadana mexicana honorable, denuncia la enorme violencia policiaca, la violencia excesiva en el desalojo del zócalo realizada por la policía. Espero que el chileno detenido el 20: Lorenz Maxwell (estudiante de doctorado) lleve sus acusaciones hasta las últimas consecuencias.

5. Hace algunas semanas estuve en una asamblea en la Plaza Roja del Poli en Zacatenco como observador. He seguido el movimiento y, según se ha publicado, hoy se firmarán los acuerdos que seguramente cambiarán algunas cosas para que todo siga igual: habrá un congreso, un nuevo director, algunos millones más de presupuesto y en vez del título de técnicos recibirán el de científicos. Alguien podrá decir y probar que se estará menos mal que antes. Otros preguntarían: ¿Cómo ayudó el movimiento de miles de estudiantes para que se aclare lo de los 43 desaparecidos? ¿Cómo ayudó el movimiento estudiantil en la UNAM, la UAM y demás? ¿Cómo garantizar que el movimiento del mismo Poli se consolide en la batalla social nacional?

6. ¿Deben firmar con el gobierno los dirigentes estudiantiles? Es intrascendente porque el avance real del movimiento estudiantil no depende de ellos ni de las firmas, sino de un trabajo tesonero y prolongado entre las bases estudiantiles y de mucho más. Hay una total interdependencia entre el movimiento de los trabajadores del campo y la ciudad, del movimiento estudiantil y de las luchas de los trabajadores del mundo. Seguramente que se recuperará el movimiento estudiantil en Chile, en España, en Grecia, en Francia, porque el capitalismo –aunque es aún fuerte- ha entrado en una de sus crisis agudas. Son las coyunturas que los luchadores sociales deben aprovechar para despertar las batallas. No importa que el movimiento de Poli no haya ayudado a prolongar el descontento nacional. Vendrán mejores tiempos,

7. Las protestas en México y en el mundo, contra la desaparición de los 43 estudiantes continúan. Las embajadas mexicanas en el extranjero están muy vigiladas y resguardas contra las protestas que en cada país han surgido. En París, mi enorme cuate, el activo periodista e internacionalista, Juanito Guanabacoa, acaba de participar con una ponencia magistral en defensa de los estudiantes normalistas mexicanos. Ello me hace pensar que la coyuntura participativa en el mundo se extiende y por ello las llamadas grandes burguesías de cada país no sólo están asesinando a luchadores sociales sino que principalmente hacen aprobar leyes para prohibir las protestas públicas y ejecutar a los participantes. (25/XI/14)