jueves, 2 de octubre de 2014

octubre 02, 2014
Pedro Echeverría V.

1. Sábado 27 y domingo 28 pasados, vine pensando en la caravana caminada y motorizada de 80 kilómetros (entre Ticul y Mérida), misma que hicimos unos 350 profesores en la que salimos y llegamos unos 100 oaxaqueños, 150 chiapanecos, 10 michoacanos, 10 veracruzanos, 10 campechanos y dos decenas de maestros de otros estados, además de ocho yucatecos (OCHO) Por ello no pude olvidar –ni dejar de comparar -aquel 19 de marzo de 1915 –a punto de cumplir un siglo- en que la Revolución Mexicana se impuso “desde fuera” en Yucatán con soldados carrancistas dirigidos por el sinaloense Salvador Alvarado.

2. Yucatán, a 1,500 kilómetros de la capital mexicana, con un poderoso clero católico y grandes terratenientes dueños de haciendas y henequenales, no participó en la Lucha de independencia de 1810-21, no participó en la lucha de Reforma y el Imperio en 1856-67 y mucho menos en la Revolución Mexicana de 1910-17. Fue por ello que Carranza tuvo que enviar desde Veracruz a Alvarado para “evitar que Yucatán declare su autonomía guiado por la “Casta Divina” (alianza de clero, hacendados y la derecha recalcitrante). Quizá si Alvarado no hubiese traído la Revolución seríamos otra república asociada (por la admiración a EEUU) al estilo Puerto Rico.

3. Así que Alvarado, que era más radical que Carranza –que no era de Yucatán ni de la región (como hoy la CNTE)- tuvo que introducir, que “imponer” desde fuera por la fuerza, la revolución y la liberación de “acasillados”, porque los yucatecos no estaban ni enterados. La Revista Yucatán (antecedente de Diario de Yucatán) era de hacendados. Alvarado entró con su ejército por el “camino real” Campeche-Yucatán y tuvo que resistir a los ejércitos organizados por los hacendados y los separatistas de Ortiz Argumedo que “habían formado una junta para defender la autonomía de Yucatán”. Pensaba: La CNTE introducía le “revolución” sin profesores yucatecos.

4. Ni modo. En Yucatán lo único valioso que hemos tenido en lucha social ha sido –además de Canek del XVIII, la “Guerra de Castas” de mediados del siglo XIX. El Gobierno de Carrillo Puerto, que todos los años festejan los priístas y los que se han ido con el engaño, fue fiel obregonista y callista; fue un falso “socialismo” de membrete que se manejó desde arriba. Lo del “Charras” Calderón Lara (asesor sindical) de 1974 no fue nunca una ofensiva sino una protesta contra su despiadado asesinato por el gobierno tonto y mafioso de Loret de Mola. Todo ello quiere decir que el trabajo político de izquierda en Yucatán tiene que ser profundo para no ser de mentiritas.

5. En 1989 surgió el movimiento magisterial más masivo de la historia de Yucatán, pero sólo gracias a que la Coordinadora Nacional (la CNTE) había logrado movilizar a gran parte del país exigiendo salarios, la caída de Jonguitud Barrios, secretario General del Sindicato (el SNTE), y a qué Salinas quería tirarlo para imponer en su lugar a Esther Gordillo. Fuimos retaguardia. Éramos siete los de la comisión negociadora y yo, 15 días después el profesor Tobías, viajamos a México a las negociaciones en la SEP. Pero a las pocas semanas, cuando se anunció el aumento salarial, se comenzó a venir abajo el movimiento que llegó a aglutinar hasta a 12 mil profesores. Después vino la traición de líderes que ingresaron al gobierno del PAN.

6. Al pueblo yucateco y a sus profesores de Yucatán, -como siempre sucede-les ha importado un bledo lo que suceda en México, en el mundo o a su derredor. No se protesta por los asesinatos en Siria, Guerrero o Michoacán porque están lejos. Sus visiones siempre han sido inmediatistas por eso culpan al vecino, al tendero de la esquina o al compadre. Pero ese pueblo no es culpable porque es producto de la iglesia, la escuela, los medios de información y hoy totalmente de la televisión. ¿Cómo cambiar su mentalidad absolutamente capitalista y clerical, sino hemos sido capaces de hacer que piense? Por ello medito en las mil giras de AMLO que nada cambian.

7. Basta decir –para ver el derechismo yucateco- que en las elecciones, siempre manipuladas en Yucatán, el PRI generalmente tiene un 55%, el PAN un 40% y todos los demás partidos –incluido el PRD- un 5%. El PRI y el PAN suelen regalarles un diputado a los últimos como premio de consolación. En Campeche -menos derechista- hace algunos años la centro izquierda ha logró hasta 25 por ciento de los votos y en Quintana Roo igual porque ese estado se formó mayoritariamente con no yucatecos pacíficos. ¿Será que el trabajo de la iglesia y de los hacendados unidos fue tan profundo que sigue repercutiendo hasta nuestros días en pleno siglo XXI?

8. ¿Cómo cambiar a ese pobre pueblo que no tiene para comer junto a sus hijos? ¿Cómo cambiar su pensamiento si en la iglesia le dicen que la felicidad no es en la tierra sino en la búsqueda de dios en el cielo? ¿Cómo cambiar el pensamiento de los niños y jóvenes si en el hogar y en la escuela, en la familia, les enseñan a obedecer e inclinar la cerviz ante los regaños y las leyes que se construyen contra ellos y no a ser críticos y rebeldes? ¿Cómo carajos formar seres humanos si se les enseña el individualismo, el consumismo y el temor? Los maestros y demás profesionistas yucatecos son parte del pueblo, del mismo barro y educados con la misma ideología.

9. Me decía un profesor de Oaxaca: “El profesor yucateco que vive en Oaxaca sí lucha con nosotros; el profesor oaxaqueño que vive en Yucatán se convierte en un yucateco más”. ¿No es acaso “natural y lógico” que cuando un pueblo lucha en las calles, protesta contra la explotación, hace a un lado su posible cobardía y sale a la calle? ¿No es una realidad que cuando un estado vive agachado, se busca cualquier pretexto para no enfrentar a los opresores aunque estén las familias en la miseria porque se piensa siempre que “dios proveerá”? Me parece que esta explicación –que también podría dar un guerrerense- es una forma de entender la realidad.

10. La realidad es que la escuela en todo el mundo ha sido una simple “correa de transmisión” de la ideología, los planes y programas de la clase dominante, y los profesores mientras más cumplen y son disciplinados, son más servidores y repetidores de lo que les programan desde arriba. Yo comencé como profesor en 1960 y desde ese año la ideología marxista me enseñó a impugnar y a rebelarme contra el capitalismo; me hizo militante de oposición e impugnador de todo lo que venía del poder. A los tres meses de firmar mi plaza de profesor me hice othonista y en mi segunda asamblea delegacional en Acancéh, Yucatán, en 1960, leí el manifiesto del MRM.

11. Muchos se preguntan: ¿Qué pasa en Yucatán que no protesta a pesar de ser el cuarto estado más pobre y miserable del país? ¿No tienen sangre, no tienen dignidad, …,? Yucatán es el estado más derechista del país; mucho más que Campeche, Guanajuato, Colima o Nayarit, en los que no hay registros de lucha social. No es que los dos o tres izquierdistas no hagan trabajo de base. ¿Puede olvidarse en la historia que la emperatriz Carlota, esposa del emperador Maximiliano, fue recibida con bombo y platillo en Yucatán en la Catedral de Mérida, en haciendas henequeneras mientras los liberales juaristas luchaban contra el imperio? Quizá por el paso de Carlota a su regreso, se le puso el nombre de “camino real” al camino Mérida-Campeche (30/IX/14)