viernes, 31 de octubre de 2014

octubre 31, 2014
Trabajador reflexivo

Para muestra basta un botón 

Para una universidad pública, institución de la que depende la formación de futuras generaciones, ser responsable para trascender socialmente es asegurar que sus egresados cumplan con los perfiles de la carrera que cursan, garantizar que su comunidad en general, alumnos y personal, sean ciudadanos ejemplares que rompan costumbres y esquemas típicos del “mexicano enano”, es decir, sean la antítesis del aprovechado, respetuosos de los más altos valores éticos, de las leyes, normas y reglamentos, capaces de conducirse libres de corrupción e intolerantes ante la impunidad, dejar atrás la filosofía del país donde “no pasa nada” y, convertirse en seres humanos comprometidos con la sociedad para realmente trascender.


Pero ¿Qué pasa en la UADY? Institución que ha declarado como visión al 2020 ser la Institución educativa con mayor trascendencia social: Sucede todo lo contrario, para muestra algunos botones: 

1. Se observan signos antidemocráticos, en el desmedido interés por perpetuar el dominio de una casta de veterinarios que no entiende lo que es democracia, ni alternancia en el poder y cree que el resto de los universitarios son estúpidos para tragarse el discurso que pregonan. El rector anterior (Dr. Raúl Godoy) veterinario, el rector actual (M. en Phil. Alfredo Dájer) veterinario, el “delfín” (Dr. José Williams) veterinario, el coordinador de campaña del delfín” y responsable de sus presentaciones (MDO Juan de Dios Pérez Alayón, actual Director de Planeación Institucional y Desarrollo) veterinario!!!. 

El proceso para elección del rector de la UADY, está más que viciado y de resultar electo el “delfín” del rector pudieran generarse serios problemas internos, pues según los comentarios vistos en la prensa electrónica e impresa y los comentarios escuchados de profesores, personal administrativo y manual y estudiantes de muchas facultades, este candidato, aparentemente, sólo es de la simpatía del rector y si acaso de los votantes, por el “pago recibido o prometido”. La alternancia en los poderes es saludable para el país, pero, para una universidad no sólo fuera deseable, debería ser una obligación moral y ética que proporcione un ejemplo cívico a seguir por la sociedad. 

2. El rector pregona la transparencia, pero como primer paso en el proceso de elección del nuevo rector nombró unidireccionalmente, entre sus allegados, un oscuro comité para vigilar y controlar las campañas de los candidatos. Las campañas por la rectoría pudieron ser mucho más abiertas, la UADY tiene programas de radio y espacios en televisión que pudieron ser aprovechados para hacer una amplia difusión de las propuestas de cada candidato e incluso un debate entre los tres inscritos. La única mesa panel realizada hasta ahora fue en canal 13 y resultó que al Dr. Williams le dio miedo y no quiso participar, ¿qué esconde? ¿su incapacidad? 

3. La UADY tiene muchas medallitas colgadas, que no necesariamente son señal de calidad, pues es sabido cómo se logran algunas cosas en nuestro México querido, entre los padres con hijos en edad de cursar en esta Universidad escuchamos muchas situaciones que no concuerdan con la famosa calidad que tanto presume: profesores de mala calidad, otros que no entran a dar clases, planes y programas que cambian en detrimento de su calidad, solo para apegarse al nuevo Modelo Educativo, favoritismo, permisividad, falta de valores, corrupción y nepotismo. Entonces, nos preguntamos si desde hace años ha estado así y sus reconocimientos sólo avalan que ¿es de las menos malas del país? ¿Que sus autoridades saben comprar muchas voluntades? o ¿es que la situación está cambiando y de seguir así, las cosas pronto caerán estrepitosamente?

4. Si se habla de las “flamantes nuevas o seminuevas Facultades” resulta inaudito, que haya sido posible el poco compromiso social mostrado por las autoridades, para “realizar los cambios al vapor”, sin gestionar los procesos que garantizaran el acceso ágil y seguro de sus estudiantes y personal a las nuevas instalaciones e incluso para permitir que las construcciones de varias de ellas (no sabemos si todas), tengan espacios por debajo del nivel natural del suelo, lo que seguramente incrementó mucho el costo de construcción al perforar espacios tan grandes en la laja de nuestro estado. La UADY debería de rendir cuentas de ello, pues es dinero federal o estatal y la sociedad debería recibir una justificante de ese exceso en la erogación.

Además, ¿era realmente necesario cambiarlas todas de lugar? La justificación fue formar campus, donde las facultades, bibliotecas, auditorios, campos deportivos y demás servicios estuvieran concentrados en lugares que, “facilitaran a los estudiantes y personal” el acceso a todos ellos y la convivencia entre profesores y alumnos de áreas afines. Eso es más o menos creíble hasta que se conoce el supuesto Campus de la Salud que está muy dividido ¿Cuál es la responsabilidad social de la Universidad? al desperdiciar no sé cuántos millones de pesos en la construcción de una Facultad de Química, un grupo de laboratorios del CIR “Hideyo Noguchi” y un área de Rehabilitación, que de todas formas están lejos de todas sus contrapartes (Facultades de Medicina, Enfermería y Odontología) y de su Biblioteca, ¿Cuál fue la ganancia, Señor Rector? Además me imagino que serán de las que más caras habrán costado construir, por lo que puedan requerir sus instalaciones de laboratorios. Seguro que su ubicación no les facilita nada de lo prometido a los estudiantes, y peor aún seguro que tampoco les deja buenas enseñanzas, sólo el ejemplo de las malas decisiones tomadas por sus administrativos y que a pesar de ello, no pasa nada, ahí siguen despilfarrando el dinero de recursos federales y estatales. ¿Lo hacen alcaldes y gobernadores, por qué no también los rectores?

5. La UADY ha dicho que está en serios problemas económicos e incluso promueve medidas de austeridad, pero contradictoriamente a ello las “propias cabezas” o “altos dirigentes” no las cumplen, pues si no hay recursos para pagar al personal, no se debería estar desperdiciando los escasos recursos en cosas superfluas, como bocadillos para reuniones, desayunos, almuerzos y cenas para festejos y campañas, al puro estilo de la política de “pan y circo para tener contento al pueblo”. El más reciente, el desayuno de la AUTAMUADY, con la presencia y complacencia de las autoridades, incluso el delfín para rector, ¿qué celebran juntos? ¿La falta de recursos?

6. ¿Otro ejemplo de lo mismo? Las costosas impresiones. El libro del Modelo Educativo para la Formación Integral (bajo la responsabilidad del actual Director de Desarrollo Académico y candidato a Rector, Dr. José Williams) y el Informe 2013 del actual rector, posteriores a las recomendación de ahorro, están impresos en materiales sumamente caros con una calidad de impresión a todo color y plagados de fotografías, en sendos libros que luego fueron distribuidos en todas las facultades, por lo que la erogación debe de haber sido bastante onerosa, bien pudieron difundirse de manera digital, o en impresiones amigables con el medio ambiente y con los recursos de la UADY. 

También es evidente el despilfarro de energía eléctrica que se hace en muchas instalaciones de la UADY. Nuevamente, qué “buen ejemplo” se está dando a los estudiantes y a la comunidad en general.

Por si fuera poco, circuló una foto hace días en las redes que menciona “vida de funcionarios de la UADY en austeridad”, aunque no especifica la fecha en la que fue tomada, muestra cómo la Dra. Zulema Cantillo Ciau (Directora de la Facultad de Química) utiliza el coche oficial de la dependencia que dirige en su visita a uno de los restaurantes más nuevos en la “zona de mayor exclusividad” de la ciudad, a un evento oficial pagado con recursos públicos, le preguntaría al Rector si esto es una práctica común entre sus funcionarios o profesores, ¿dónde está la responsabilidad social que tanto pregona? ¿Dónde está su compromiso con la sociedad? 




¿Cómo se van a formar ciudadanos comprometidos con su sociedad si los ejemplos que miran en autoridades son realmente deprimentes en cuanto a ética, honestidad, transparencia y democracia, entre otras?

Estas preocupaciones las manifestamos un grupo de ciudadanos, en un momento en que la UADY cambiará de estafeta y el rector saliente menciona que se va satisfecho con lo alcanzado, espero que su sucesor no sea de pensamientos tan tibios, pues irse con déficit presupuestal, pésimos ejemplos para su comunidad, una distancia aún muy lejana para ser la de mayor trascendencia social, no es precisamente la idea que los demás ciudadanos tenemos sobre los logros para sentirse satisfecho.