jueves, 9 de octubre de 2014

octubre 09, 2014
Wilberth Alejandro Chi Castillo

En enero se cumplirán dos años que Angélica Araujo Lara haya solicitado licencia de su cargo como Alcaldesa de Mérida. Recuerdo que aquella solicitud de licencia se hizo efectiva en medio de la vorágine causada, entre otras cosas, por los sucesos ocurridos en julio de 2011 en la glorieta de Burguer King, hoy Glorieta de la Paz.


Angélica Araujo solicitaba licencia para contender por un escaño en el Senado, dado que no logró ser abanderada del Revolucionario Institucional a la Gubernatura, entonces 2012…

… Y personajes como Renán Barrera entonces diputado local del PAN por IV distrito, Jaime Casanova, Hugo Sánchez, Hugo González, Beatriz Zavala, Alfredo Rodríguez, Mauricio Vila, en sí, Acción Nacional al unísono clamaba por sujetar a procedimiento político y judicial a Araujo, obviamente criticando su solicitud de licencia al cargo donde a más de un panista le escuche decir fuera de sí “En Mérida los alcaldes panistas terminan su obra, terminan su trabajo”, lo que me lleva a recordar que ello no es verdad, dado que al inicio de la era de administraciones edilicias panistas en Mérida, Ana Rosa Payán en su primera gestión y su sucesor Luis Correa Mena SOLICITARON LICENCIA AL CARGO para contender por la GUBERNATURA.

¿Con qué argumentos Acción Nacional criticó entonces la solicitud de licencia de Araujo Lara, si dos años y medio después, Barrera Concha ejerciendo el mismo cargo hará seguramente lo mismo para ir en búsqueda de un escaño en San Lázaro? ¿No que los alcaldes panistas terminan lo que empiezan? 

“La Joya de la Corona” y las circunstancias de sus habitantes, su realidad actual, lo que Mérida es ahora, implica que el cargo de “Alcalde de Mérida” deje de ser visto como un trampolín de aspiraciones futuras y comprometa a que la persona que sea electa para dicho menester entregue los 36 meses para los que ha sido electa y no para 18, ni para 22, ni para 24 meses. La ciudad lo que menos necesita es de interinatos administrativos, un interinato para eso es, meramente para administrar hasta el final del período lo referente al gobierno, porque de obras funciones referentes propiamente al alcalde no hay.

Y tristemente en estos casi 18 meses que Barrera Concha ha estado al frente del cabildo emeritense, tampoco podemos hablar de grandes avances respecto a las grandes demandas que Mérida como urbe tiene. Siguen pasando los alcaldes que pasar hacen dado que aún eso de pensar en grande son palabras mayores, prefieren seguir hablando de zonas de traslape, de comisarías y subcomisarias en vez de hablar de Zona Metropolitana de Mérida

Nuevamente Renán Barrera, fiel a su incongruencia, fiel a hablar por hablar. Qué paradójico es el destino que lo orilla a hacer precisamente lo que le criticó a su antecesora, solicitar licencia, saltar del barco y el trampolín se hizo efectivo. ¿Quién de Acción Nacional saldrán a censurar que su alcalde haya solicitado licencia para ocupar la curul plurinominal que ha pactado con Maderito, quién? ¿Quién será el valiente dentro de la manada blanquiazul que fustigue la segura designación de Alejandro Ruz (porque no se ve quién de no ser Ruz, sea designado, ¿Lolbé? ¡Dios!) como Alcalde Interino para terminar el período, quién? 

Nuevamente un interinato para Mérida y aún hay demandas y grandes retos que se siguen postergue y postergue, acostumbrados en Mérida a los baches, a las inundaciones, a lo deplorable del sistema de drenaje, a mercados asquerosos y fétidos, espero no sea costumbre eso de alcaldes interinos…