miércoles, 15 de octubre de 2014

octubre 15, 2014
Pedro Echeverría V.

1. ¿Por qué el pueblo del estado de Guerrero es muy luchador, combativo y nunca ha dejado de participar en las luchas sociales? ¿Es porque su territorio es montañoso, difícil de penetrar por extraños y porque está cubierto por selvas y bosques? Sin duda ese estado -como los de Oaxaca, Chiapas, Michoacán- no fueron fáciles de conquistar y someter por los españoles; tampoco se dejaron dominar temprano por la modernidad capitalista, aunque hoy están profundamente penetrados en Acapulco, Zihuatanejo, la ciudad de Oaxaca, San Cristóbal de las Casas y Morelia. Sin embargo, por su historia política de lucha, Guerrero va adelante.

2. El estado de Guerrero, desde la lucha por la Independencia de México en 1810, se convierte en el segundo estado más importante. De allí surgen grandes batallas campesinas encabezadas por Morelos, los Bravo, Guerrero y otros personajes; Chilpancingo e Iguala se convierten en poblaciones muy significativas en las luchas sociales. En Ayutla inicia Juan Álvarez -a mediados del siglo XIX- la batalla contra la dictadura “de su alteza serenísima” López de Santana, se desarrollan confrontaciones contra el Imperio, así como años más adelante para derrumbar la dictadura porfiriana. En los hechos el estado de Guerrero nunca he dejado de luchar por eso allí surgieron las guerrillas de Jenaro Vázquez y Lucio Cabañas.

3. Hoy llevamos 18 días esperando que aparezcan con vida los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, que se haga justicia por los 21 campesinos asesinados en Tlatlaya y de los otros seis asesinados en Iguala Guerrero. Probablemente el gobierno esté enterado que fueron asesinados desde la primeras horas y esté pensando y repensando cómo informar del caso. Se podría culpar -como siempre- al narco para salvar la política; se podría culpar al presidente municipal de Iguala y al gobernador por no atender su territorio; pero también al presidente Peña de desgobierno, por haber acumulado problemas sin resolver.

4. Aunque la situación de desaparición de los estudiantes normalistas es gravísima, por las grandes manifestaciones de condena que se han realizado en México y en varios países, el gobierno priísta con la “mano en la cintura” puede resolverlo como lo ha hecho durante décadas: culpando a otros, disculpándose o llegando a acuerdos compensatorios con los “mal informados”. ¿Se ignora acaso que el PRI ha gobernado alrededor de 80 años porque le ha sobrado sagacidad y habilidad para resolver cualquier problema difícil? La gente consciente tiene la obligación de continuar luchando y exigir justicia; aunque el PRI siempre ha respondido que “llegará hasta las últimas consecuencias y tope donde tope”.

5. Las religiones nos han enseñado a llorar por nuestros muertos y a culpar al “destino”. Llorar a un hijo es doloroso, pero pasados los días las tragedias se van olvidando y las tristezas se apagan. No pueden permanecer para siempre los recuerdos cuando la vida sigue adelante. ¿Adelante para quiénes? ¿Para los padres y hermanos campesinos en los que las esperanzas de cambio hacia adelante se han frustrado con el asesinato de un ser querido que luchó mucho para alcanzar un beca en una normal rural? o “adelante” para gobiernos cuya humanidad se expresa en la búsqueda de cargos políticos, de negocios empresariales y la acumulación de poder.

6. Después de larga espera angustiosa lo importante es saber si estos asesinatos serán sólo un caso de tantos y el ejército y las fuerzas armadas seguirán ejecutando a cuantos les venga en gana por no someterse al capitalismo. La situación de los estudiantes, campesinos, trabajadores, ha sido muy grave en las últimas semanas. El gobierno de Peña Nieto, aunque cuenta con el enorme respaldo del PRI, el empresariado, los medios de información y el imperio de EEUU, no solo no ha resuelto los problemas urgentes sino que los ha agravado más. De ninguna manera renunciará por incapacidad -porque además el único gobierno que ha renunciado lo hizo en 1932- porque no pudo soportar la dictadura de Calles.

7. Pero, ¿qué sigue? Lo seguro es que los guerrerenses -los habitantes de ese pueblo que lleva siglos batallando- seguirán luchando en las calles, las plazas y los campos. No sabemos si además como lo hizo Morelos por encargo de Hidalgo en 1810, el liberal Álvarez en 1855 y otros bravos personajes de ese estado, instalen nuevas guerrillas porque estén convencidos de que es la única forma que los escuchen y respeten. Pero, ¿qué harán otros estados, que dirán los dirigentes de otros grupos sociales golpeados por la burguesía (CNTE, electricistas, mineros, zapatistas, amloístas)? ¿Seguiremos llorando nuestra desgracia por impotencia, falta de unidad y carencia de ideas? (14/X/14)