martes, 7 de octubre de 2014

octubre 07, 2014
ROMA, 7 de octubre.- Un sacerdote y varios cristianos han sido secuestrados en Siria por el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda, que lucha contra el régimen del presidente Bashar al Assad, informó este martes la orden franciscana, a la que pertenece el cura.

La orden franciscana está sin noticias del cura Hanna Jallouf y de los feligreses desde que fueron capturados el domingo por la noche en Qunya (noroeste), cerca de la frontera turca, añadió la Custodia de Tierra Santa en su página web.

El fraile sirio Hanna Jallouf.

"No sabemos dónde están en estos momentos el padre Hanna y sus feligreses, y actualmente no tenemos ninguna manera de contactarnos con él o con los secuestradores", señala la Custodia, que cubre Israel, los territorios palestinos y Siria.


Qunya es un pueblo cristiano de la provincia de Idlib, donde el Frente Al Nusra y otros grupos rebeldes luchan contra el ejército de Bashar al Assad.

Una monja italiana se escapó del secuestro y está bien.

En la noche entre el domingo y el lunes, en Siria, fueron secuestrados un sacerdote y veinte cristianos.

La hermana Patrizia Guarino, de 80 años, de Avellino, misionera en Siria, fue capaz de escapar y la recibió una familia en el pueblo de Knayeh.

"Lamentablemente tengo que confirmar la noticia del secuestro del padre Hanna Jallouf, sacerdote sirio en el pueblo de Knayeh, que fue secuestrado junto con una docena de cristianos", dijo el obispo Georges Abou Khazen, Vicario Apostólico de Alepo para los católicos de rito latino.

"No sé quién lo ha secuestrado, si los grupos de yihadistas u otros. Hasta ahora no contactamos a nadie y no hemos sido contactados. Ayer, el monasterio fue saqueado y otras personas de la aldea están ocultas. Entre los secuestrados hay jóvenes, tanto niños como niñas".

El pueblo sirio es el hogar no sólo de la parroquia latina (un asilo y un centro de la juventud), sino también uno de los 4 centros creados por los frailes de la Custodia de Tierra Santa al comienzo del conflicto, por cuya supervivencia se teme ahora. (AFP / Repubblica)