lunes, 20 de octubre de 2014

octubre 20, 2014
CIUDAD DEL VATICANO, 20 de octubre.- El papa Francisco destacó en la mañana del domingo durante la beatificación de Paulo VI (1897-1978) como "supo conducir con sabiduría y con visión de futuro -y quizás en solitario- el timón de la barca de Pedro". (Lea también: ¿Quién es Paulo VI?

"Paulo VI que, en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro -y quizás en solitario- el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor", dijo Francisco durante la homilía de la beatificación. (Lea también: los 'regaños' del papa en su visita a Colombia).

La misa también sirvió para clausurar el Sínodo extraordinario de la familia celebrado en estos días en el Vaticano.
 La fiesta del nuevo beato será el 26 de septiembre de cada año, fecha de nacimiento de Giovanni Battista Montini.

"Contemplando a este gran papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias", continuó Francisco.

El papa argentino agradeció el "humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia" de Paulo VI y recordó que fue "el gran timonel" del Concilio Vaticano II. Paulo VI, expresó Francisco, "supo de verdad dar a Dios lo que es de Dios dedicando toda su vida a la sagrada, solemne y grave tarea de continuar en el tiempo y extender en la tierra la misión de Cristo".

El Papa Paulo VI fue beatificado. Después de la petición ritual de beatificación formulada por el obispo de Brescia, monseñor Luciano Monari, y después de la biografía del Papa Montini leído por el postulador de la causa, el padre Antonio Marrazzo, el Papa Francisco pronunció la fórmula oficial, en latín: "Nosotros, aceptando el deseo de nuestro hermano Luciano Monari, obispo de Brescia, de muchos otros hermanos en el episcopado y de muchos fieles, después de haber escuchado el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, con nuestra autoridad apostólica concedemos que el Venerable Siervo de Dios Paulo VI, Papa, de ahora en adelante sea llamado beato". (AP)


Adaptar las vías y los métodos “a las crecientes necesidades de nuestros días y a las mutantes condiciones de la sociedad”. Esa es la misión del Sínodo de los Obispos, según dijo el Papa Paulo VI cuando instituyó esa estructura episcopal. Aquellas palabras fueron recordadas hoy por Francisco, justo durante la ceremonia de beatificación de Giovanni Battista Montini y de cierre de la asamblea sinodal dedicada analizar los desafíos actuales de la familia. (Reuters)

Con el recuerdo de esa frase, Jorge Mario Bergoglio explicó indirectamente por qué decidió beatificar a Paulo VI justo este día. Recordó que Montini pedía “escudriñar atentamente en los signos de los tiempos”. Eso fue lo que hizo, en los últimos 15 días, el Sínodo de los Obispos. Incluso en medio de un clima, a veces, de animadas polémicas. (Reuters)

Los “padres sinodales” que protagonizaron ese vivaz debate acompañaron al Papa este día en el atrio de la Basílica de San Pedro. La plaza vaticana lució repleta, bajo un intenso sol. Al inicio de la misa tuvo lugar el rito de beatificación del pontífice que guió a la Iglesia entre junio de 1963 y agosto de 1978. (ansa)

El Papa Francisco besa el altar. (ansa)

¡Él (Jesús) no tiene miedo de las novedades! Por eso, continuamente nos sorprende, mostrándonos y llevándonos por caminos imprevistos. Nos renueva, es decir, nos hace siempre "nuevos". Un cristiano que vive el Evangelio es "la novedad de Dios" en la Iglesia y en el mundo. Y a Dios le gusta mucho esta "novedad", dijo Papa Francisco en su homilía en la ceremonia de beatificación de Paulo VI. (AP)

Recordó el Obispo de Roma: En este día de la beatificación del Papa Paulo VI, me vienen a la mente las palabras con que instituyó el Sínodo de los Obispos: «Después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad» (Carta ap. Motu proprio Apostolica sollicitudo). (AP)

La declaratoria fue recibida por la multitud que llenó la Plaza de San Pedro con un aplauso mientras se llevó hasta el altar ubicado sobre el atrio de la basílica vaticana la reliquia, una de las camisetas ensangrentadas producto del atentado que Montini sufrió a manos de un desequilibrado en Manila (Filipinas) en 1970. (AP)

El atacante que sufría de problemas mentales  estaba disfrazado de sacerdote y los que estaban alrededor creían que llevaba en la mano un crucifijo sin percatarse que en realidad era una daga. El ciudadano boliviano fue detenido inmediatamente y el Beato Paulo VI posteriormente lo perdonó. (Reuters)

Contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias. Gracias a nuestro querido y amado Papa Paulo VI. Gracias por tu humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia, dijo el Sumo Pontífice. (AFP)

Enlace a Benedicto XVI asistió a la beatificación de Paulo VI. (ansa)


En la beatificación de Paulo VI participaron decenas de miles de personas, sobre todo desde Brescia -localidad natal del pontífice- y desde Milán -ciudad de la que fue arzobispo-, que colmaron la plaza de San Pedro.

En la misa participó también el papa emérito Benedicto XVI, que fue nombrado cardenal por Paulo VI y también otros dos purpurados elegidos por Montini: Paulo Evaristo Arns y William Wakefield Baum.

El décimotercer pontífice beatificado
Con la beatificación el domingo de Paulo VI en el Vaticano son 13 los papas que han sido beatificados a lo largo de la historia de la Iglesia Católica, ya que antes se canonizaban directamente.

El proceso de beatificación de Paulo VI se abrió en 1993, quince años después de su muerte, y duró hasta este domingo, en que fue nombrado beato por el Papa Francisco. A la ceremonia asistió el papa emérito Benedicto XVI.

Hasta el siglo IV todos los obispos de Roma subieron a los altares. A partir de ese siglo fueron menos los papas  proclamados santos y fue siglos más tarde cuando se introdujo la distinción entre beatificación y canonización.

El primer pontífice declarado beato fue el italiano Víctor III, cuyo papado duró alrededor de un año, 1086-1087. Le siguieron el francés Urbano II, papa entre 1088 y 1099 que también fue beatificado; Eugenio III (1145-1153) elevado a la gloria de los altares por el papa Pío IX en 1872; el italiano Gregorio X obispo de Roma entre 1272 y 1276, que convocó el concilio II de Lyón, y el francés Inocencio V, el primer papa dominico, cuyo pontificado duró cuatro meses, de febrero a junio de 1276.

Benedicto XI (1303-1304) fue otro pontífice, también dominico, proclamado beato en 1736 y patrón de Europa en 1964. En 1870, Pío X beatificó al francés Urbano V, que fue papa entre 1362 y 1370 y en 1956, Pío XII proclamó beato a Inocencio XI, obispo de Roma entre 1676 y 1689. Entre ellos, se encuentra San Pío V (1566-1572), quien fue beatificado por Clemente X, en 1672 y fue canonizado por Clemente XI el 22 de mayo de 1721.

Pío IX y Juan XXIII fueron los dos papas beatificados por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000. Pío IX, es el pontífice que proclamó la infalibilidad del papa durante el Concilio Vaticano I en 1870 y fue obispo de Roma entre 1846 y 1878, el segundo papado más largo en la historia de la Iglesia.

Juan XXIII, conocido como el "papa bueno", ejerció el pontificado entre 1958 y 1963 y dos años después de su muerte, en el transcurso del Concilio Vaticano II que él convocó, quisieron hacerle santo por aclamación. Tras ser beatificado en 2000, fue canonizado en 2014, junto con Juan Pablo II, por el papa Francisco.

En la actualidad, se encuentra abierto el proceso de beatificación de Pío XII, papa entre 1939 y 1958; y Juan Pablo I, cuyo breve pontificado duró 33 días, del 26 de agosto al 28 de septiembre de 1978.

El papa Juan Pablo II, obispo de Roma entre 1978 y 2005, adelantó a los anteriores y ello sin que el proceso esperara los cinco años preceptivos después de su muerte, como establece la norma vaticana.

En el caso del papa Wojtyla se pidió su canonización poco después de su muerte, el 2 de abril de 2005, e incluso se habló de canonización por aclamación popular, una fórmula prohibida en la Iglesia desde el siglo XV y que aplicaba el pueblo de forma espontánea antes de que fuera competencia de obispos y papa.

El caso del papa Wojtyla, canonizado en 2014 y cuyo proceso de beatificación se abrió en 2005, el mismo año de su muerte por deseo expreso de Benedicto XVI, no tiene precedentes en la historia de la Iglesia Católica.

En los últimos diez siglos ningún pontífice proclamó beato a su predecesor. Hay que remontarse a la Edad Media para encontrar casos similares.

En la lista no se encuentra San Celestino V (1294 y renunció a su pontificado cinco meses después) pues fue canonizado en 1313 sin pasar por ser beatificado. (EFE / Vatican Insider)