lunes, 6 de octubre de 2014

octubre 06, 2014
PUEBLA, México, 6 de octubre.- El Colectivo Esfera Poblana exigió al gobierno de Rafael Moreno Valle detener sus intentos por criminalizar a Martín Camacho, impulsor del aviario del Parque Ecológico de la Revolución Mexicana, aparentemente con el fin de despojarlo del santuario en el que trabajó por 23 años y por el que ha recibido múltiples reconocimientos.

Foto: http://paulina0325.blogspot.mx/2012/08/puebla-en-instagram.html

“Es absolutamente falso que Martín trafica y maltrata aves a las cuales ha dedicado gran parte de su vida”, puntualizó Manuel Alberto Merlo Martínez, en representación del colectivo formado por ciudadanos, ONG e instituciones formado para defender el Parque Ecológico y el Aviario.

Esto, en respuesta a la información que dio a conocer la semana pasada la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en la que aseguró 316 ejemplares de vida silvestre supuestamente como resultado de una auditoría que aplicó por denuncias ciudadanas de maltrato y tráfico de aves exóticas.

En rueda de prensa, Camacho aclaró que la gran mayoría de esas aves fueron precisamente entregadas, desde 1994 a la fecha, por la propia Profepa, la cual las recuperó en decomisos y las dio en resguardo al aviario con documentación de por medio, por lo que no existe mayor motivo para que cuestione su procedencia.

Además, indicó Merlo Martínez, la dependencia federal sólo entregó a Camacho las aves decomisadas, algunas con maltratos físicos, para que las rescatara y las mantuviera con vida durante años, sin entregarle en todo ese tiempo alguna especie de apoyo para su alimentación o cuidado, por lo que resulta “absurdo” que ahora se lo amenace con un procedimiento.

“En lugar de agradecerle por el gran servicio que ha dado a la Profepa, ahora lo amenazan de que le pueden fincar responsabilidades, y por aves que ellos mismos fueron a dejarle bajo resguardo, es algo absurdo”, reclamó.

También denunció que en este procedimiento ha habido intimidaciones y amedrentamientos de todo tipo, pues alrededor del aviario y del parque la presencia de la policía ha sido constante, además de que los uniformados tuvieron dos incursiones al interior sin autorización.

El pajarero Camacho, quien es considerado entre ambientalistas y académicos como una referencia en el conocimiento de las aves, tampoco recibió el apoyo del gobierno estatal en los 23 años de operar el aviario, lo que no ha sido obstáculo para que la administración morenovallista iniciara desde el 17 de septiembre un procedimiento para recuperar la concesión del lugar.

Moreno Valle dijo a los medios de comunicación que buscaba que este santuario de aves fuera concesionado, posiblemente al Africam Safari, como parte de las obras que inició su gobierno para remodelar el Parque Ecológico de la Revolución Mexicana.

Sin que hubiera oficios de por medio, representantes del gobierno del estado acudieron el 24 de septiembre para que Camacho entregara las instalaciones del aviario, sin embargo, al mismo tiempo la Profepa inició una auditoría que a la fecha está sin concluir, por lo que el aviario sigue aún en resguardo del pajarero.

Merlo detalló que en este procedimiento la Profepa ha incurrido en múltiples irregularidades, pues primero inició la auditoría sin mayor sustento y posteriormente argumentó que existía una denuncia ciudadana en contra de Camacho.

“Curioso que en 23 años de Martín al frente del aviario no se haya presentado una sola denuncia, hasta dos días antes de la inspección”, relató.

“La denuncia contiene muchas inconsistencias y contradicciones, además de contar con nulo material probatorio sobre lo denunciado”, acotó.

Los representantes de Esfera no tuvieron dudas en señalar que estas acusaciones sólo persiguen tener una forma de presionar a Camacho para que se abstenga de recurrir a recursos legales para mantener el aviario como un espacio con fines sociales y ambientalistas.

Los integrantes de la agrupación consideraron “penoso” que el gobierno del estado de un día para otro quiera “despojar” a Camacho después de 23 años de trayectoria al frente del aviario, el cual ha recibido reconocimientos de instituciones académicas a nivel estatal y nacional.

Camacho dijo que lo único que reclamaba es que haya certeza jurídica en el procedimiento, que el lugar quede en manos expertas y que haya garantías de que el aviario se preserve como ejemplo nacional, como se ha distinguido hasta ahora.

A la Profepa, que ahora lo ha boletinado como un presunto traficante de aves, Camacho dijo que “no se vale”, pues lo único que hizo fue colaborar en cuidar y mantener vivas a aves por periodos de 10 a 15 años, sin ninguna especie de apoyo.

“Te encariñas con las aves porque las conoces a cada una y ellas te conocen a ti, y que te despojen de algo y tú no tengas la forma de defenderlo porque estás en un terreno ajeno, que no usen las formas correctas, que sólo lleguen y te digan, ‘muchas gracias, pero lárgate a volar’, eso no se vale”, insistió.

El especialista también consideró que el aviario no debería privatizarse. “El aviario es de los poblanos, los poblanos debemos defenderlo porque uno solo no puede enfrentarse con un gigante, pero todos, sí podemos”, declaró.

La abogada María Esther Martínez Gil dijo que en el plazo de cinco días –que concluye este miércoles 8–, otorgado por la Profepa, entregaran la documentación para demostrar la posesión legal de cada una de las mil 200 aves que se encuentran en el lugar, con lo que esperan quede resuelto el procedimiento.

No obstante, indicó que analizarán la posibilidad de recurrir a un recurso legal para rescatar el aviario, luego de que la concesión que entregó el gobierno, en 1991, concluyó en 2001 sin que éste iniciara un proceso de requisición formal del inmueble, ni de recesión del contrato, con lo que jurídicamente la concesión se puede dar por ampliada implícitamente.

Incluso, “se puede reclamar ahora al gobierno un contrato indefinido”, precisó la abogada, al señalar que la autoridad judicial tendría que tomar en cuenta el trabajo que ha hecho Camacho en el aviario, los reconocimientos que ha recibido y el respaldo de instituciones y ONG. (Gabriela Hernández para Proceso)