domingo, 7 de septiembre de 2014

septiembre 07, 2014
NUEVA YORK, 7 de septiembre.- La estadounidense Serena Williams, número uno del mundo, se coronó este domingo campeona del Abierto de EE.UU. por tercera vez consecutiva al vencer en dos sets (6-3, 6-3) a la danesa Caroline Wozniacki, décima favorita.

En una hora y 15 minutos, Williams logró hacerse con el sexto título del Abierto y el decimoctavo Grand Slam en su carrera, lo que le permitió empatar con sus compatriotas Chris Evert y Martina Navratilova.

Con este triunfo, la tenista -que próximamente cumplirá 33 años- también consigue el primer título de Grand Slam de esta temporada, tras haber fracasado en el Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon.

Alegría por la victoria. (Reuters)

Para Williams ha sido una temporada difícil, con el extraño episodio ocurrido en Wimbledon, donde se tuvo que retirar en pleno partido de dobles por un aparente mareo.


Quizá por eso se mostró tan emocionada con el triunfo, pese a ser la clara favorita de la final.

Una victoria rotunda

Serena Williams dejó atrás la imagen ofrecida en los otros tres grandes torneos del año, en los que no consiguió ir más allá de octavos de final, y no dio opciones a la danesa Caroline Wozniacki, de 24 años, con quien fuera de la cancha mantiene una estrecha amistad.

Williams no ha perdido ningún set en esta edición del Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam de la temporada, y en la final consiguió 29 golpes ganadores, por sólo 4 de su oponente.

La danesa esperaba estar más preparada para la ocasión que la única vez que jugó una final de Grand Slam -en 2009 también en Nueva York, cuando perdió ante Kim Clijsters- pero lo cierto es que fue barrida de la pista por la estadounidense.

Wozniacki sólo había ganado uno de sus nueve encuentros anteriores, pero al menos había logrado poner en dificultades a Williams en los últimos choques, en Montreal y Cincinnati.

Pero dos dobles faltas en su primer juego al servicio no fue una buena manera de empezar la final para la danesa, que no puso en aprietos a la estadounidense en ninguna instancia del encuentro.

Lágrimas y emoción
Tras la victoria, la emoción de Serena fue evidente, y apenas pudo contener las lágrimas al explicar cómo se sentía por ganar su sexto US Open 15 años después de haberse alzado con el primero.

"Es una sensación maravillosa", expresó Williams, que se hizo con un cheque de US$4 millones, el más elevado en la historia del tenis.

"Ha sido un final fantástico, no podía imaginar mejor manera para rematarlo. Felicito a Caroline, ella sabe lo duro que ha sido para mí, nos enviamos mensajes prácticamente todos los días.

"Sé que ganarás un torneo de Grand Slam muy pronto, puede que incluso en Australia. Tengo que ir a casa y entrenar duro para estar lista para hacerte frente", le dijo a Wozniacki.

En ese momento saltaron a la pista las exjugadoras Martina Navratilova y Chris Evert, que le regalaron una pulsera de oro por su logro.

Por su parte, Wozniacki le dijo a Williams: "Realmente lo mereciste hoy, jugaste mejor que yo. Eres una campeona increíble, una inspiración para mí dentro y fuera de la cancha. Eres una amiga increíble y desde luego me debes unas bebidas más tarde".

Había mucho en juego para ambas tenistas, aunque Wozniacki ya podía sentirse satisfecha pasara lo que pasara este domingo.

Una amistad cada vez más fuerte

La amistad entre Williams y Wozniacki se fortaleció este verano borela, tras la sorprendente ruptura sentimental entre la danesa y el golfista Rory McIlroy, quien terminó la relación y canceló la boda prevista.

Wozniacki pasó entonces una semana en Miami con Williams, quien la ayudó a salir del bache.

La buena relación entre ambas quedó patente en el abrazo que se dieron al final del partido y en la actitud que mantuvieron durante la entrega de los trofeos.

Si bien la derrota fue una decepción para Wozniacki, al menos le queda el consuelo de haber ayudado a Serena a alcanzar el récord de Evert y Navratilova.

Por delante de ellas queda la alemana Steffi Graf, que tiene 22 títulos de Grand Slam en su vitrina.

Algo que, según la leyenda del tenis femenino, Billie Jean King, puede ser superado por Serena Williams. (BBC)