sábado, 13 de septiembre de 2014

septiembre 13, 2014



Conversando con uno de los estudiantes y recitando versos propios y ajenos, se encontraba una tarde a la puerta del viejo Instituto el vate Manuel Roche, cuando pasó un conocido usurero y le dijo con sorna: "--¡Hola, Manuelito! Tú siempre poetizando y sin una peseta...". Indignado, el vate le contestó con esta redondilla:

"Cállate inmundo chacal;
yo no tengo una peseta
pero mi lira de poeta
no la doy por tu caudal."