Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1449 / 29-IX-14
Primero conocí, entre sueños, la voz de Raúl Álvarez Garín; muchísimo después a su persona. Quizá fue la media noche del 20 de diciembre de 1971, horas después de que los comunistas Gerardo Unzueta y Ramón Danzós, entre otros, fueron puestos en libertad y atrás de ellos quedó Lecumberri, donde durante tres años forjaron más encuentros pero no pocos desencuentros con Raúl y sus compañeros.
Entre sueños porque yo dormía, vivía pues, en la casa de Valentín Campa, abuelo de los hijos de Raúl, y éste llevó a Eduardo Montes a una de la veintena de casitas que formaban una especie de campamento en el número tres mil y tantos del oriente de la avenida Taxqueña. Y pocos días después concluyó mi permanencia en ese gratificante domicilio con un extraordinario líder sindical y político, compañero y después, marzo de 1973, padrino. Seguramente por esa relación a la que Campa correspondió hasta el final, o mejor aún a la que su compañera se mantuvo fiel hasta el 12 de febrero en que falleció la queridísima Esperancita, es quizá que Álvarez Garín refirió al general Francisco Gallardo que “somos medio parientes”. Y nacidos el mismo día pero con nueve años de diferencia.
Fue José Francisco, sobre todo su caso como prisionero del alto mando castrense durante ocho años, sólo por argumentar desde Forum sobre la necesidad de crear la defensoría de los derechos humanos de los militares, lo que más me acercó al extraordinario luchador político y social que fue incinerado ayer.
Desde Corre la Voz, periódico que animaba Raúl aunque no apareciera como director, acaso por ser parte de su estilo personal, el soldado y el editor sentimos, en el momento más necesario, la solidaridad del equipo que hizo posible aquel medio alternativo que podía uno adquirir en cualquier tren del Metro.
Liberado Gallardo en 2002, el puente de la relación directa con Raúl y sus compañeros del Comité 68 Pro Libertades Democráticas amplió sus carriles de ida y vuelta, tanto para auspiciar periodísticamente sus iniciativas como para comparecer a partir del 4 de julio de 2003 en el Grupo María Cristina, espacio de diálogo plural como muy pocos en el país.
México: Genocidio y delitos de lesa humanidad. Documentos fundamentales. 1968-2008 (X tomos) es, sin duda, la obra editorial más importante que auspició Álvarez Garín y que resume lo que Carolina Verduzco llama: “Nuestras deudas con él son reconocibles, pero impagables. ¿Cómo pagarle que su compromiso con los caídos el 2 de octubre de 1968 esté indisolublemente unido a su compromiso con las siguientes generaciones? ¿Cómo no reconocer que su lucha contra la impunidad de los crímenes del pasado está orientada a que en el futuro prevalezca la justicia?”
A la presentación del monumental esfuerzo editorial, justiciero, Raúl hizo el favor de convocarme el 21 de octubre de 2008, en el marco de los 40 años de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas.
Pero la complejidad de los seres humanos, pensantes y de acción transformadora, está harto distante del reduccionismo y la visión acrítica sobre nuestros muertos, porque no nos vamos de una vez y para siempre, sino a pedacitos, y Raúl se llevó algo de nosotros.
“Traidores, hijos de su chingada madre. Éste era el trato que recibíamos los comunistas en la cárcel por parte de Raúl Álvarez Garín y de sus camaradas de grupo.” El testimonio es de Arturo Martínez Nateras y está en El 68. Conspiración comunista (UNAM. 29-XI-11, p. 213). Y Raúl nunca lo refutó hasta donde dispongo de información. Pero también es cierto que hace cuatro años participó como orador en una comida de homenaje a Arnoldo Martínez Verdugo, el líder de los comunistas tan vilipendiados en 1968.
Acuse de recibo
Alfredo Rojas Díaz Durán, activista social, añade a Juicio político contra Plascencia Villanueva (26-IX-14): “Te agradezco la atención y te mando un fuerte abrazo por tu merecido esfuerzo este aniversario (número 10 de Utopía). Acuso de recibido y aprovecho para comentarte que me estarán postulando para la CNDH. Estamos en contacto y sigue adelante”… Omití el nombre del periodista Ramsés Ancira en el mensaje publicado el día 24: “En relación a tu columna sobre fusilamientos del Ejército en México (22-IX) deseo recomendar a tus lectores el siguiente documental https://www.youtube.com/watch? v=V1h0VW1WmCU (.) Así mismo te rogaría un espacio para solicitar testimonios de los ajusticiados en la Cruz Verde el 10 de junio de 1971, que serán incluidos en el documental ¡Halconazo! que estoy realizando con el apoyo del Tribeca Film Institute y Docs. DF”… La médica familiar Abigail Bello apunta sobre Un líder de clase mundial como la CFE (24-IX), “le felicito mucho por refrescarnos nuestra memoria y llevarnos de la mano hasta el momento actual en el que todo parece estar peor que nunca en la CFE. Lo peor es que a los usuarios cada vez nos saldrá más caro el recibo de la luz”… Felicidades a los que hacen posible el enriquecedor programa Diálogos en Confianza, en Canal 11, por sus 18 años de vida.
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