miércoles, 10 de septiembre de 2014

septiembre 10, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 10-IX-14

Lo implica, lo direcciona, lo sugiere, lo traza, lo apunta… pero no lo dice.

El reporte que realizó la empresa francesa Systra sobre el desastre de la Línea 12 del Metro de la ciudad de México enlista una serie de irregularidades que para quien lo lee no dejan espacio a la duda: la urgencia de Marcelo Ebrard por inaugurar la obra durante su administración provocó su posterior fracaso.


1.—No hubo proyecto ejecutivo, con lo cual se ahorraron meses, pero perdieron rumbo.

2.—Sin planeación, las excavaciones se fueron realizando casi al tanteo y cuando topaban en el subsuelo con piedras impenetrables o hasta bodegas hospitalarias, improvisaban una “vuelta” en la ruta, un viaducto elevado, lo que fuera, al costo que fuera, para entregar a tiempo.

3.—Los trenes que se contrataron no fueron los idóneos, sino los que podían llegar primero al Distrito Federal.

Y así.

La prisa del ex jefe de Gobierno Ebrard, al parecer compartida por el también saliente presidente Felipe Calderón Hinojosa, disparó el precio en 70%, arriesgó a los usuarios y terminó generando el colapso de la Línea Dorada con sus 26 mil millones de pesos de costo. Esa conclusión se infiere.

Sin embargo, el reporte de Systra no acusa directamente a Marcelo Ebrard. Y la Contraloría de Mancera tampoco.

Parece que el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera (MAM), quiere guardarse ese misil para usarlo políticamente contra Ebrard en caso de que lo necesite y cuando lo necesite: la relación entre ambos es catastrófica.

Es claro que Mancera trata de reinventarse.

El jefe de Gobierno que ha llegado con más porcentaje de votos y mayor popularidad al cargo, vio su capital político aniquilado a consecuencia de su inacción frente a la toma del Distrito Federal a manos de los pésimos maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

A esto se suma que entre las fuerzas más radicales de la izquierda, muchas de las cuales tienen su sede en la capital del país, reprobó por su cercanía y comunicación con el presidente Enrique Peña Nieto.

Desde los sótanos en las encuestas, Mancera recuperó oxígeno al proponer el aumento al salario mínimo, que ya con los matices aceptados por su creador, está ganando aceptación en cada vez más sectores.

Además, todo apunta a que estamos a días de que se apruebe la Reforma Política del Distrito Federal, un viejo anhelo de la izquierda impulsado por Mancera y capitalizable como triunfo personal.

No todo es miel. Frente a la disputa electoral de junio del próximo año, querrá, en alianza con otras corrientes del PRD, frenar lo mismo a una muy posible alianza PAN-PRI-PVEM-Panal que al partido Morena de su también rival López Obrador, en su intención de quedarse con varias delegaciones.

El 17 de septiembre rinde Mancera su segundo Informe de Gobierno. Corte de caja en un año trepidante para él: muchos pasivos, planes de activos y una que otra ficha guardada.

SACIAMORBOS

Tras Masaryk en Polanco, viene remodelación con calles peatonales en el Pedregal (calles Paseos y Fuentes) y la Zona Rosa.