miércoles, 3 de septiembre de 2014

septiembre 03, 2014
RALEIGH, Carolina del Norte, 3 de septiembre.- Dos hermanastros han sido declarados inocentes este martes de delitos de violación y asesinato de una niña gracias a unas pruebas de ADN después de haber pasado 30 años en prisión. Uno de ellos se encontraba en el corredor de la muerte en Carolina del Norte (al sureste de Estados Unidos).

Henry Lee McCollum, de 50 años, y su hermanastro Leon Brown, de 46, ambos de raza negra, han sido absueltos por el juez del condado de Robeson de los cargos de violación y asesinato en 1983 de Sabrina Buie en la pequeña localidad de Red Springs, según han anunciado sus abogados.

Henry Lee McCollum, de espaldas a la cámara, y su padre, James McCollum, tras ser liberado de la Prisión Central en Raleigh, hoy miércoles. Estaba en "el corredor de la muerte". (Jonathan M. Katz para The New York Times)

Los dos hombres "que sufren graves discapacidades mentales", eran unos adolescentes de 19 y 15 años en el momento de su detención.


Las únicas pruebas que obtuvieron contra ellos fueron "falsas confesiones obtenidas por la Policía" manifiestan sus letrados. McCollum negó inicialmente tener conocimiento del crimen, pero acabó firmando una confesión tras "cinco horas de intenso interrogatorio".

Henry Lee McCollum abraza a su madrastra, Priscilla McCollum. (Jonathan M. Katz para The New York Times)

Los dos jóvenes fueron condenados a muerte en 1984, más tarde conmutada por cadena perpetua en el caso de Brown, pero mantuvieron constantemente su inocencia.

El cuerpo de la niña, de 11 años, fue encontrado en un campo en medio de latas de cerveza y colillas de cigarrillos. Y ahora, la nueva prueba de ADN ha conducido a una nueva pista, la de un hombre que vivía a 100 metros del campo donde se encontró el cuerpo de la chica.

Leon Brown. También libre. (AP / The News & Observer)

Este hombre, Roscoe Artis, de 74 años, violó y asesinó en la misma ciudad a una joven de 18 años, Joann Brockman, cuyo cuerpo había sido encontrado desnudo en un campo menos de un mes después de la muerte de la niña. Sin embargo, Artis, que cumple cadena perpetua, nunca había sido interrogado sobre la muerte de la niña, según los abogados.

"Es aterrador ver cómo nuestro sistema de justicia ha dejado que dos menores discapacitados mentalmente hayan ido a la cárcel por un crimen que no cometieron y hayan estado allí 30 años" ha manifestado Ken Rose, abogado en el Centro de Pena de Muerte de Durham, Carolina del Norte, quien ha representado a McCollum durante 20 años.

La organización Proyecto Inocencia estima en 317 el número de presos liberados en Estados Unidos tras análisis de ADN, 18 de ellos en el corredor de la muerte. Alrededor del 70% de ellos eran personas de color. (AFP / The New York Times)