viernes, 26 de septiembre de 2014

septiembre 26, 2014

El sabio pedagogo don Rodolfo Menéndez corregía con empeño a sus discípulos (futuros maestros) los mayismos de construcción, así como la defectuosa prosodia regional de algunos; también les exigía corrección en el vestido.

Entre estos alumnos figuró el poeta Mimenza Castillo, muchacho inteligente y estudioso, pero que se distinguía tanto por su facilidad para versificar, como por su desidia y desaliño. Y una vez que se presentó más desarrapado que de costumbre, previendo la reprimenda, escribió en el pizarrón la siguiente disculpa:

"Espero que usted me excuse
por no haber traído corbata;
lo llevaron por la rata
y por eso no lo puse".