jueves, 11 de septiembre de 2014

septiembre 11, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 11-IX-14

A varios integrantes de su gabinete de seguridad, el presidente Enrique Peña contó una historia:

Que desde que era estudiante sabía que por su tierra, Atlacomulco, Estado de México, había un capo que atemorizaba a la población. Y que él pensaba: “cuando sea importante lo voy a agarrar”.

El capo fue aprehendido pero se fugó de prisión… cuando el estudiante Enrique Peña ya se había convertido en gobernador.

Así que, cuando supo de la fuga, Peña renovó la anécdota ante sus colaboradores: soñaba llegar más lejos y atrapar al narco que ponía en peligro a sus coterráneos. 


En las instancias de su gabinete mexiquense comenzó la persecución. Tres veces estuvieron a punto de aprehenderlo, pero terminó el sexenio y nada.


Ya como Presidente de la República, el primer día de julio de 2014, recibió una misma información en dos mensajes casi simultáneos. Se los enviaron su secretario de Marina, almirante Vidal Soberón, y quien en ese momento estaba con él, Eruviel Ávila, gobernador mexiquense:

Fue detenido en Pénjamo, Guanajuato, un hombre identificado como José María Chávez Magaña o Martín Soto Chávez o Leovigildo Arellano Pérez, alias El Pony, presunto líder de La Familia Michoacana en el sur del Estado de México.

Tiene 50 años de edad. El Pony huyó a Pénjamo a vivir austeramente, “como mecánico de un taller” me lo describieron fuentes involucradas en la investigación. Lo agarraron sin necesidad de disparar.

Su captura se volvió prioridad no sólo por la anécdota del Presidente sino porque este capo “calentó” la plaza de Valle de Bravo.

Qué importancia habrá tenido como objetivo, que asignaron a su seguimiento al mismo equipo que arrestó a El Chapo Guzmán, con la misma tecnología de las agencias de Estados Unidos.

El Pony había sido detenido en 1990 en California, trasladado a Uruapan y más tarde a Zitácuaro, Michoacán, de donde se fugó en 2007 para reincorporarse a las actividades ilegales, bajo el amparo de La Familia Michoacana, primero en Apatzingán y luego en el sur mexiquense. Tal consta en el informe que difundió Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad.

SACIAMORBOS

Mi historia con Fausto Vallejo:

Primer acto. Le publiqué que, según mis fuentes, altos funcionarios de su gobierno salían en videos con La Tuta. Lo negó rotundamente y agresivamente me retó a probarlo. Apareció su número dos, Jesús Reyna, en video con La Tuta.

Segundo acto. Le publiqué que, según mis fuentes, su hijo andaba en malos pasos y que aparecía en un video con La Tuta. Lo negó rotundamente y agresivamente me retó a probarlo. Apareció su hijo, Rodrigo Vallejo, en video con La Tuta.

Tercer acto. Le publiqué antier que, según mis fuentes, también su esposa aparecía en un video con La Tuta. Ayer tuiteó una agresiva carta, la más agresiva e insultante de todas, negándolo y retándome a probarlo.

Mis fuentes no me han fallado. La realidad sí le ha fallado a él.

Y por cierto, yo no sé si Fausto Vallejo aparece en algún video con La Tuta, pero sigo pensando que es muy raro que todo esto estuviera pasando a su alrededor y él sea todo inocente.