viernes, 26 de septiembre de 2014

septiembre 26, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 26 de septiembre de 2014.- Reproducimos íntegramente un artículo publicado por el periódico Por Esto! el día de hoy, con las debidas reservas, llamando a los lectores a tener presente el principio de presunción de inocencia:

A través de Chat vía teléfono celular contactaba a sus parejas / El padre Luis Arturo García Dávalos señala que tenía una regla de oro: “Me gustan los niños, la pornografía y el sadomasoquismo”



—Me gustan los niños, la pornografía y el sadomasoquismo, le dijo Luis Arturo García Dávalos a Dennis Vega Suárez, cuando lo invitó a tomar un café, al segundo día de contactarlo mediante una aplicación para celular denominada Grinr Xtra, que es un chat para homosexuales.

Esta afirmación no tendría nada de extraordinario, de no ser porque García Dávalos es un sacerdote de los Misioneros del Espíritu Santo y ejerce su ministerio en la Iglesia de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote de Francisco de Montejo.

Dennis puso en su perfil de ese chat una foto en la que aparenta tener unos 16 años de edad, que, piensa, fue precisamente lo que llamó la atención de ese sujeto, que al principio ignoraba que era un sacerdote.

García Dávalos le preguntó primero si la foto en la que aparecía era el techo de la catedral; el joven de 20 años de edad le respondió que sí. García Dávalos le preguntó luego a Dennis si estudiaba Humanidades, a lo que respondió que cursaba la carrera de Historia.

Entonces García Dávalos le presumió que poseía un doctorado en Historia y luego le preguntó que si había sido Angel el que le dio el tour por la catedral. Dennis le contestó afirmativamente.

—Hasta ese momento no hubo nada de índole sexual, afirma Dennis.

García Dávalos le pidió entonces su whats app y el joven se lo dio. A la medianoche del 21 de septiembre le empezó a mandar mensajes hasta que quedaron en ir a tomar un café al día siguiente.

El día 22 de septiembre se vieron en una lavandería hasta donde llegó el padre García Dávalos a bordo de un Aprio color gris, al cual se subió Dennis y se fueron a tomar el café. Una vez instalados en una mesa de una cafetería, García Dávalos le comenta que conocía a muchos historiadores de la Facultad de Antropología y que llevaba viviendo un año y medio en Mérida.

Le dijo que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde le hacían la vida imposible, sin explicar el porqué. De repente, y sin venir al caso, García Dávalos le empezó a platicar de sexo, además de asegurarle que Angel, el que da los tours al turismo nacional y extranjero por la Catedral, es gay y quiso ser cura.

Fue cuando le dijo a Dennis que él tenía una regla de oro:

—Me gustan los niños, la pornografía y el sadomasoquismo.

Después le contó de enfermedades sexuales, de compañeros que se prostituían en el Distrito Federal e incluso le expresó que si él se decidía a volverse prostituto seguramente tendría éxito, “porque a muchos hombres les gustan los hombres viejos y panzones como yo”.

Dennis le platicó que conocía a una persona que le llamó la atención y que tenía mucho dinero, a lo que García Dávalos le dijo que tenía que acostumbrarse a tener poco dinero porque la historia no deja mucho; luego le mencionó que la mayoría de los historiadores son gay.

También le dijo a Dennis que cuando asistía a las fiestas que organizaba un amigo suyo en el Distrito Federal, él acostumbraba ponerse un tanga que tenía una bola que se le metía en el ano. Luego le preguntó a Dennis que cómo veía el ambiente gay en Mérida. Sin darle tiempo de responder, el mismo García Dávalos le expresó que aquí la gente es más abierta, pues en la Plaza Grande se le aventaban los chavales.

Dennis asegura que comenzó a incomodarse porque el padre García Dávalos le contaba todo esto en voz alta, lo que hacía que la gente sentada en mesas cercanas en las que ambos estaban comenzaran a mirarlos.

Sin embargo, a García Dávalos parecía no importarle y seguía alardeando de sus hazañas sexuales.

En una mesa vecina había un muchacho que tomaba su café y al verlo, García Dávalos le dijo a Dennis que ese muchacho era gay y que seguramente buscaba contactarlo a él, al padre.

En eso entró a la cafetería un muchacho con una chava y al verlos García Dávalos exclamó: 

—Ese se ve reputo, ¿A quién quiere engañar? Se ve jotísimo.

Al terminar de tomar su café, García Dávalos se fue al baño y al regresar le dijo a Dennis que le tenía que decir algo:

—¿Por qué crees que conozco a Angel? Porque soy sacerdote.

Entonces Dennis pensó para sí: 

—Este señor está enfermo, en la Iglesia predica una cosa y a sus espaldas hace otra.

Después de la sorpresa, ante la revelación de que se trataba de un ministro de Dios, Dennis le preguntó en dónde daba misa, a lo cual García Dávalos le respondió “que no daba, sino que doy misa aquí en tu parroquia”.

Luego lo regresó al sitio donde se habían encontrado, pero antes lo llevó a que viera el sitio donde vivía García Dávalos con otros sacerdotes en Francisco de Montejo.

Durante el trayecto le comentó que había “hecho cosas” en el seminario de esta ciudad e incluso que hay varios sacerdotes gay. También le dijo que el padre que está por el ISSSTE es gay y que ellos se reúnen en juntas, pero no especificó para qué. Después de ese encuentro le siguió enviando mensajes.

El día 23 de septiembre, al mediodía, Dennis decidió acudir a la Catedral; esperó que concluyera la misa que oficiaba el padre rector y luego lo abordó para decirle que tenía un problema; el sacerdote le dijo que fuera rápido porque tenía que ir a un bautizo; entonces le especificó que era sobre un delito sexual con un sacerdote.

Entonces al padre rector le cambió la cara y lo llevó a donde estaba la oficina del padre Tello, quien oficia en la Iglesia del Santo Niño de Atocha y que se encargaba de esos asuntos.

El padre Tello le preguntó por qué decía que se trataba de un asunto de índole sexual. Entonces Dennis le enseñó las fotos y los mensajes que le había enviado el padre García Dávalos. Tello argumentó que no se veían bien las fotos y le preguntó de quién se trataba. Dennis le dijo el nombre del padre: Tello le respondió que “no le sonaba”.

—¡Pero si es el sacerdote de Francisco de Montejo!, le puntualizó Dennis.

—Los sacerdotes realizan buenas obras, pero también cometen errores, le indicó Tello.

—¿Qué vas a hacer?, le dijo.

—Lo voy a reportar, respondió Dennis.

—Este sacerdote cometió un error, pero cómo le vamos hacer.

Dennis le dijo en broma:

—Cómpreme mi silencio, a lo que Tello le dijo:

—¿Cuánto quieres?

Dennis preguntó cuánto daban en estos casos. Tello le dijo que tenía que hacer unas llamadas y realizar una junta y “luego te vamos a marcar”.

Dennis le dijo al padre Tello:

—Yo voy a ir a los medios.

Entonces Tello le dijo que sólo “vas a hacer que la gente se aleje de la Iglesia y te vas a inmiscuir en un escándalo”. Luego Tello le preguntó si se había acostado con el sacerdote, pero lo hizo de forma sarcástica.

Dennis dijo que tomó la decisión de reportar a García Dávalos “porque no es posible que un sacerdote esté haciendo estas cosas”.

Vale la pena subrayar que Luis Arturo García Dávalos fue asesor nacional de “Exodo Caanan”, un movimiento católico de jóvenes fundado en 1999, que impulsa la promoción integral del adolescente a través de 5 valores: religioso, físico, técnico, psicosocial y cultural con retiros, campamentos y excursiones, entre otras actividades.

El sacerdote, según averiguamos, se fue de Mérida ayer mismo; según nos informaron en la parroquia debe regresar el lunes próximo.

En otra parte de esta misma edición reproducimos los “diálogos” que sostuvieron en el chat el padre Luis Arturo García Dávalos y Dennis.

(Luis Tamayo Mendicuti para Por Esto!)