lunes, 4 de agosto de 2014

agosto 04, 2014
MICHOACÁN, México, 5 de agosto.- Hace diez años pusimos una denuncia, era parte de nuestro trabajo operativo de talleres extra escolares y trabajos en las comunidades, encontramos el caso particular de dos niños maltratados que en aquel entonces acudían a una escuela pública y después regresaban a vivir en La Gran Familia, afirmó Maripina Menéndez, directora de Save the Children México.


En entrevista para Aristegui CNN abundó que “presentamos la denuncia en la Procuraduría General de la República y ciertamente nosotros no tuvimos la capacidad operativa para poder continuar en el caso de dos niños que después ya no participaron en nuestro programas, lo que quiere decir es que esos niños dejaron de acudir a las escuelas, pero no hubo un seguimiento importante a ese caso, no sabemos que hizo la PGR, nosotros insistimos durante un buen tiempo, eso sí hicimos, de que pudiera establecerse un mecanismo de seguimiento , vigilancia y supervisión en particular al caso de La Gran Familia”.

Señaló que durante mucho tiempo “hubo rumores y una serie de situaciones cuando uno comentaba con otras organizaciones de la sociedad civil o con algunas propuestas de mejoras a las condiciones de niños abandonados, había siempre una sensación oscura en relación con La Gran Familia, esto era un hecho conocido”.

Menéndez también habló sobre la migración, que es un factor importante, explicó que es “un tema de inequidad y pobreza en los países por falta de oportunidades para los niños… hay un proceso migratorio identificado con trata de personas. Existen también temas de aspiración de necesidad… por supuesto existe la violencia”.

Además “hay causas muy generalizadas que no están siendo atendidas por los gobiernos de la región. No podemos tener claro cuántos niños están en las comunidades sin padres”.

A lo mejor el fenómeno migratorio no va a disminuir pero si vamos a tratar de evitar que quienes lo hagan sean los menores, señaló.

Indicó que han “hecho propuestas a diferentes instancias que incluyen un primer principio en el tema de atención humanitaria, otro en atención de tránsito  y otro en la atención de  causas estructurales”.

“Tenemos que profundizar las acciones tanto en medidas consulares como en las comunidades de origen de los países que están involucrados”, enfatizó.

Ya que “el hecho de que existan programas sociales como Oportunidades en países como el nuestro o Centroamérica no significa que estamos atendiendo el fenómeno migratorio en lo específico, que no estamos identificando el proceso, que no podemos tener claro cuántos niños están en comunidades sin la tutela de padres o sin un mecanismo de acogimiento familiar o comunitario y que en ese sentido quedan en las peores condiciones de desprotección, tampoco ofrecemos alternativas de mecanismos de arraigo”.

“Cada niño migrante es un niño o niña que tiene una historia  y que puede  lograr una unificación  familiar  o reinserción comunitaria adecuada o un proceso de vida que tenemos que construir claramente entre gobiernos y sociedad civil”, dijo Menéndez. (Aristegui Noticias)