domingo, 31 de agosto de 2014

agosto 31, 2014

El Dr. Don Pepe Patrón Correa tenía una memoria privilegiada: en una velada literaria, el gran poeta yucateco, su colega y tocayo Peón Contreras, recitó entre otras composiciones suyas, un precioso soneto. Don Pepe se acercó a felicitarlo y le dijo: "Maestro, todos sus versos son bellísimos; el soneto sobre todo es perfecto; pero no es de Ud., sino de Núñez de Arce. Vea, yo me lo sé de memoria hace mucho tiempo." Y se lo recitó íntegro.

Sólo cuando ya el ilustre bardo, casi convencido, aceptaba la posibilidad de un plagio inconsciente, su amigo le confesó que se le había grabado con sólo oírlo una vez.