martes, 12 de agosto de 2014

agosto 12, 2014

Durante toda su larga carrera profesional, el Dr. Tappan fue el más encarnizado enemigo de la Homeopatía. Cuando lo llamaban a ver un enfermo y le decían que lo habían estado tratando por el sistema de Hanneman, pedía el pomo de los globulitos y aunque fueran de Arsenicum album, de Lachesis o de Vipera torva, se los echaba en la palma de la mano y se los tragaba diciendo: "Azúcar, señora, azúcar".