sábado, 30 de agosto de 2014

agosto 30, 2014
MÉXICO, 30 de agosto.- La diputada Aleida Alavez Ruiz planteó incluir una materia de salud reproductiva sin tabúes ni prejuicios desde el primer año de secundaria, donde se hable de los métodos anticonceptivos y la responsabilidad de tener hijos.


La vicepresidenta de la Cámara de Diputados se refirió también a la necesidad de que los adolescentes gocen de bienestar físico, mental y social.

Hizo un llamado a las autoridades de salud a revisar sus programas de atención a los jóvenes y a redoblar esfuerzos para intensificar las campañas y evitar la procreación de hijos no planificados en adolescentes.

Consideró que debe implementarse una política integral que incluya aspectos como los derechos a la educación para la salud sexual y reproductiva, especialmente de adolescentes; de atención materno-infantil; de planificación familiar, que incluye el acceso a métodos anticonceptivos y servicios de reproducción asistida.

Asimismo de prevención, diagnóstico, tratamiento y control de infecciones de transmisión sexual, incluyendo el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

Agregó que según el Instituto Nacional de Perinatología una de cada seis mujeres embarazadas está entre los 15 y 19 años de edad; y 64.2 nacimientos de cada mil corresponden a ese sector, mientras que los embarazos en adolescentes son motivo de exclusión escolar.

Además, indicó, de aquellas que inician su vida sexual a los 16 años o antes alrededor de 52 por ciento resulta embarazada y dos terceras partes de los embarazos en adolescentes son de alto riesgo.

Pese a los esfuerzos para informar y orientar a los jóvenes en materia de salud sexual, dijo, las cifras demuestran que hasta ahora no se ha logrado el objetivo de promover una cultura que permita disfrutar de una vida sexual satisfactoria, sin riesgos y la facultad de decidir cuándo procrear en condiciones de igualdad de género.

En términos de equidad, subrayó, es necesario fomentar entre la población masculina la cultura de la responsabilidad compartida no sólo para evitar los embarazos no planeados, sino para asumir su compromiso en caso de que su pareja se embarace. (Notimex)