jueves, 7 de agosto de 2014

agosto 07, 2014
Opinión de JMRM


Al parecer, la mujer participó en una cirugía donde falleció un bebé, lo cual apunta a la posibilidad de que el crimen fuera una venganza por una negligencia médica.

Los comentarios irónicos, un auténtico desborde de schadenfreude, no se hicieron esperar.

"Que la lleven al IMSS ahi la van atender rapido y a toda madre... Por eso se caracteriza", expresó Luis Rodríguez en Proceso, recibiendo más de 1,800 likes.

"......Muere sentada en sala de espera", le contestó Karolina Blemuz, quien recibió mil.

"Jajajaj si se hubiera querido pasar de verga el que la levantó la hubiese herido y después llevado al IMMS para que tuviese una muerte lenta en la sala de espera o buscando dónde la atiendan", dijo Juan Miguel Carpio.

"La verdad hay muchos médicos que atienden muy mal a sus pacientes y hasta los regañan y ofenden si se embarazan o enferman, pero no se si el escarmiento tenga que llegar a tanto. Claro hay muchos buenos médicos también", comentó Luis AR.

"hasta que se hizo JUSTICIA....contra los malos médicos......a verdad......nunca los habían tocado...a pesar de que matan a mucha gente por negligencia........por fin....una de arena....", dijo Horacio Buenrostro.

No faltaron quienes hicieron excusas para justificar una realidad que todos los mexicanos hemos sufrido en algún punto de nuestras vidas, tanto en hospitales privados como públicos: médicos groseros, indiferentes al sufrimiento de pacientes y familiares, que meten la pata pero jamás reconocen sus errores, que no tienen ni una pizca de tacto, que no bajan de imbécil a quien no cursó la carrera de medicina, que regañan y humillan a sus pacientes, que jamás llegan a tiempo a sus citas, etc.

Obviamente no todos los médicos son así. Existen muchos que están dedicados de lleno a su trabajo, pero los incompetentes, los descorteses, los que sólo están esperando para irse a su casa los opacan porque son muchos.

"Los empleados del IMSS son mal pagados, están sobresaturados de trabajo, realizan sus funciones en instalaciones y con equipo limitado y deplorable... ¿sí van captando? No es correcto que te atiendan de malas y con mala calidad, pero hagan ustedes ese trabajo por jornadas extenuantes, largas, mal pagadas, en esas condiciones e intenten sonreír y ser amables", fue la racionalización de Jorge Wilde.

¿Qué pasa, en la práctica, con quienes denuncian públicamente la negligencia médica?

Las comisiones de Arbitraje Médico tienen como fin conciliar. No son defensorías de los pacientes, sino de los médicos, ya que están integradas por estos mismos. Un médico jamás meterá a otro a la cárcel y su fin será encubrir a su colega.

Un mecánico del rumbo de San Sebastián, en la ciudad de Mérida, quedó tuerto hace ya varios años por una mala operación. Un médico se lo confirmó pero le dijo que ni se molestara en demandar porque nadie, jamás daría su testimonio contra un colega doctor.

Un hospital particular, también de esta capital, cremó los restos de un bebé sin el consentimiento de sus padres para encubrir su negligencia.

En el mismo hospital, un anestesiólogo acudió borracho al trabajo y causó la muerte de una persona. La clínica pagó, pero el matasanos, literalmente, sigue trabajando ahí como si nada.

Recomendar "cristiana resignación" a estas personas o sus deudos es una burla, una grosería, un escupitajo en su cara. La resignación ante la injusticia es complicidad.

El que escribe expuso públicamente una negligencia médica hace varios años. No necesité la confirmación de la Comisión de Arbitraje Médico de Yucatán ni nada similar para saber que nos habían hecho una muy mala jugada e hice lo que siempre me ha caracterizado: decir la verdad sin importar las consecuencias. Logré darle notoriedad a mi queja y que ésta circulara y fuera recordada, pero en venganza fui acosado por varias semanas por un nefasto individuo, quien al parecer sólo le estaba "haciendo la barba" a los médicos que expuse.

¿Qué recursos nos quedan a los pacientes? Los médicos ya crearon su movimiento para exigir que jamás, jamás los toque el sistema si incurren en una negligencia. Quedamos en un estado de total indefensión.

La denuncia penal es tardada y difícil, pero es una alternativa. Otra, más accesible, es la denuncia públicas, en las redes sociales y la prensa independiente.

Sin importar el dolor que sintieran los deudos, las personas que perdieron al bebé, eso no les da derecho a privar de su libertad y torturar a otro ser humano, aunque para ellos sea claro que esta persona tomó una vida por su incompetencia o falta de vocación.

Ojalá las autoridades vean este caso y los comentarios que ha generado en las redes como una señal de que los pacientes y sus deudos necesitan herramientas para obtener justicia institucional cuando los profesionistas de la salud no les cumplen. La exigencia es clara: que los médicos negligentes sean encarcelados o, cuando menos, ya no puedan ejercer por el resto de su vida. Los médicos competentes y comprometidos no tienen de qué preocuparse porque, aún cuando el resultado final sea la muerte, los deudos sabrán que hicieron todo lo posible por evitarla.

Si un error resulta en muerte o daño permanente, las consecuencias deben ser severas, pero legales y con el mayor respeto posible a los derechos humanos.