martes, 22 de julio de 2014

julio 22, 2014
BOGOTÁ, Colombia, 22 de julio.- Reducir la jornada laboral de cinco a tres días a la semana y que sea de 11 horas al día, como lo propuso Carlos Slim, sorprendió a dos reconocidos expertos del mercado de trabajo, tanto colombiano como internacional.

Para el director del Observatorio del Mercado Laboral de la Universidad Externado, Stefano Farné, "es una propuesta bastante descabellada; me asombra que lo diga una persona como Slim".

Los puntos básicos de la idea de Slim (se trabajan 11 horas diarias, tres días a la semana; la jubilación será hasta los 70 o 75 años, en vez de los 50 o 60 años actuales, y los servicios públicos y privados deben trabajar las 24 horas) requerirían que los empleadores pagaran lo mismo que ahora por 31.25% menos tiempo de trabajo.

Similar apreciación hizo el investigador y catedrático de la Universidad del Rosario Juan Carlos Guataquí, quien se declaró "sorprendido" por el hecho de que (la propuesta) provenga de un empleador".


En un foro político-empresarial realizado en Asunción, la capital del Paraguay, Carlos Slim, magnate mexicano de las telecomunicaciones y el segundo hombre más rico del mundo, después de Bill Gates, planteó una semana laboral de tres días, con una carga horaria de 11 horas y cuatro días libres para generar más empleo.

"Con tres días de trabajo se tendrá más tiempo para el esparcimiento, mejorar la calidad de vida", dijo Slim en el foro denominado 'Tendiendo puentes, empleo en el siglo XXI', aseguró.

O sea que la gente termina trabajando 33 horas a la semana, deduce Farné, quien de inmediato preguntó: ¿y qué pasa con los sueldos? ¿Qué empleador va a seguir pagando por 48 horas de trabajo cuando solo se van a laborar 33 horas?

"Si no dice nada de los sueldos es una propuesta que no quiere decir nada", enfatizó el docente.
Por lo general lo que se ha hecho cuando se ha bajado la jornada de trabajo, explicó, es que no se han bajado los sueldos; en algunos casos hay por lo menos subsidios temporales a cargo del Estado.

Las razones

Con la reducción propuesta de 31.25 por ciento en las horas laboradas a la semana el Estado debería subsidiar el 31.25 por ciento de los sueldos de todos los trabajadores y así al infinito "y esto es imposible, no tiene ningún sentido.

Estas medidas deberían funcionar si bajan los sueldos y desde el punto de vista social es casi imposible hacerlo", comentó Farné.

Además, si se reducen las horas de trabajo y se baja proporcionalmente el sueldo que se paga, esto no tiene ninguna ganancia en términos de empleo.

A Guataquí la propuesta le parece rara: la única forma para que el empleador la acepte es que no se afecte, que se produzca en tres días lo que se producía en cinco; de lo contrario solo le pagará al trabajador lo correspondiente a tres días y habría una caída de los sueldos.

"Los economistas siempre decimos que a un trabajador le tienen que pagar en términos marginales. Si trabaja una hora más yo le pago lo que produce en esa hora adicional, y eso funciona también en términos inversos: si ya no trabaja 40 horas sino 30, le pago 30 horas".

Para generar empleo, la propuesta no tiene sentido porque, en términos keynesianos, "no está aumentando la demanda agregada. No creo que sea viable", concluyó el investigador del mercado laboral. (Jorge Correa C. / El Tiempo)