jueves, 3 de julio de 2014

julio 03, 2014
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1413 / 4-VII-14

En lo que pareciera un ominoso discurso, por descalificador e intolerante, el titular de la Secretaría de Gobernación formuló señalamientos que no sólo son preocupantes para este redactor, sino que el mismo sitio electrónico de la Presidencia de la República omitió la siguiente parte del pronunciamiento, hecho durante la ceremonia de premiación del Concurso de Fotografía sobre la Bandera Nacional.


Dijo Miguel Ángel Osorio que para el gobierno federal del que forma parte destacadísima: “Ha sido un año y medio muy complejo, porque a cada uno de los acuerdos, de estas grandes reformas que ha hecho el país, con los grupos organizados, los partidos políticos y, por supuesto, con el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto, ha venido una serie de señalamientos de quienes pareciera que no quieren a su país, pareciera que no conocen nuestra historia y pareciera que no conocen nuestra realidad”.


Si primero reconoce a los grupos organizados como sinónimo de partidos, agrupados en el fracturado Pacto por México, que no pocos críticos denominan contra el país, quiénes son los mexicanos que tanto irritan a un funcionario que tiene como una de sus tareas centrales la interlocución por parte del gobierno de Peña con la compleja y vasta diversidad sociocultural que afortunadamente caracteriza al país, y todo indica lo sellará más en el futuro inmediato.

Lo anterior es previsible con todo y las reformas estructurales y sus leyes secundarias que presenta Miguel Osorio, como hace 20-26 años lo hizo Carlos Salinas, como la llave que “transformará a México”. Éste prometió hasta el hartazgo llevar al país al primer mundo y logró principalmente enriquecer en forma inconmensurable a sus socios nacionales y extranjeros, a sus familiares y amigos.

La promesa de “transformar a México de una manera radical” y de que “tenemos que hacer otro país”, por lo visto sin el consenso de los mexicanos como lo revela la reforma energética, está en su pleno derecho a formularla el señor que gobernó Hidalgo, así como a quemarle todo el incienso que guste a su jefe institucional, como lo hace cada vez que viaja a Michoacán en escenarios prefabricados que presentan como espontáneos y asambleas presuntamente deliberativas.

A lo que salvo su mejor opinión no tiene derecho Osorio Chong es a equiparar la crítica ciudadana, organizada o no, con los que pareciera “no quieren a su país”, “no conocen su historia” y  tampoco “nuestra realidad". Y lo hizo justamente en una ceremonia sobre la Bandera Nacional, en la que como político aldeano intentó envolverse. Por fortuna, en Los Pinos midieron los inconvenientes de difundir tonos políticos rijosos, excluyentes, y los medios impresos le sacaron la vuelta a la nota; en tanto que Televisa le dio vuelo, como caja de resonancia que es de todo lo que dice el otrora gobernador mexiquense y el actual, Eruviel Ávila.

Aparte de la impertinencia política discursiva, todo indica que en el primer círculo gubernamental el nerviosismo gana terreno, adeptos, porque las  celebradas reformas estructurales no acaban de “aterrizar” con sus leyes secundarias que, con todo y PRIAN (fracturado), no se aprueban cuando comenzó la segunda mitad del año y los partidos están a tres meses del arranque del año electoral (2015), donde todo se complica por la disputa del pastel entre las dirigencias de la partidocracia.

La encerrona, en Toluca, de 20 gobernadores provenientes del Revolucionario Institucional, incluido el chiapaneco Manuel Velasco de la franquicia familiar Verde, sin que mediara ninguna información creíble, es otro hecho que indica la inquietud en el grupo gobernante.

Acuse de recibo

Para Abigail Bello Gallardo “(…) después de leer: Eficaz detención de Mireles. ¿Y La Tuta? (2-VII-14), no me queda más que afirmar que este señor (Alfredo) Castillo y sus jefes son unos cobardes, mire que arrestar a un hombre enfermo y tenerle miedo a ese presunto delincuente llamado La Tuta, no deja dudas a mi dicho. El médico Mireles tuvo de defender a los suyos porque el gobierno no supo ni sabe hacerlo, ya hubiéramos querido muchos tener su valor, capacidad de convocatoria y organización para defender a los nuestros (…) y las autoridades sólo se dedican a decir ‘no pasa nada’, ‘son casos aislados los de secuestros, robos y amenazas’, ‘no hay denuncias’. Para mí, el doctor Mireles es un ejemplo a seguir y el gobierno hace muy mal en primero utilizarlo para atrapar a muchos criminales y luego aprehenderlo, esto como dije para mí es una cobardía pero también es una violación a sus derechos humanos porque lo que necesita el doctor Mireles es atención médica urgente (…), ahora le castigan por ser más eficiente que ellos para hacer justicia y darle seguridad a sus seres queridos”… “Muy cierto” concluye Maríaluisa I. Erreguerena sobre El negocio sigue, se acabó la ilusión (30-VI-14)… La médica Bello Gallardo, de Xalapa, Veracruz, dice sobre la misma utopía: “Nada que agregar. Todo está muy bien dicho. Felicidades”.