lunes, 21 de julio de 2014

julio 21, 2014
TAMAULIPAS, México, 21 de julio.- Melany Viridiana Gómez Ramón, de siete años, murió por asfixia, aseguró la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas (PGJ).


De acuerdo con la necropsia realizada al cuerpo de la menor, el o los asesinos le obstruyeron las vías respiratorias hasta que dejó de respirar.

La agente del Ministerio Público Segunda, Rosalba Hernández Gutiérrez, informó que enviaron este lunes al laboratorio 13 muestras de sangre masculinas tomadas el fin de semana a los familiares de la menor, para analizar si alguna partícula del ADN de ellos coincide con las encontradas en el cadáver.


La funcionaria agregó que no hay tiempo determinado para terminar la investigación, pues las más de 40 declaraciones tomadas a los familiares y otras personas “no aportan datos que ayuden a esclarecer el hecho”.

Según los testimonios de sus parientes, Melany Viridiana –originaria de Nuevo León–, llegó con sus padres a Ciudad Madero, Tamaulipas, el jueves pasado en un autobús turístico rentado por la propia familia –unos 50 integrantes y otros conocidos– para pasar el fin de semana.

Ese día por la noche una persona ingresó a cuarto donde se encontraba y se la llevó de la vivienda rentada por la familia en la colonia Miramar. Su madre, Liliana Ramón Rodríguez, aseguró que vio a alguien entrar al cuarto de la niña, pero pensó que era algún pariente. Momentos después, se dio cuenta de que su hija ya no estaba y salió a buscarla.

Al no encontrarla por ningún lado, ella y su esposo, Mario Gómez, denunciaron el rapto a las autoridades. Detallaron que la puerta de la habitación no fue forzada.

El gobierno de Tamaulipas activó la Alerta Ámber para difundir su desaparición y pedir ayuda para encontrarla.

Sin embargo, la espera no fue mucha. El sábado, alrededor de las 15:45 horas, el cuerpo fue hallado en el interior de las instalaciones de la Primera Zona Naval de la Secretaría de Marina, área conocida como Pineda Sur; a sólo unos 500 metros del lugar donde se hospedaban.

El cadáver estaba junto a un árbol, recubierto de maleza. Tenía un hematoma en el rostro y sólo vestía una playera rosa.

Las investigaciones por el asesinato de la menor fueron enfocadas a todas las personas que viajaron en el autobús con ella. Sus padres fueron descartados como sospechosos.

Liliana Ramón, madre de Melany, recordó que la niña de 7 años, quien acababa de terminar el tercer año de primaria, soñaba con ser ingeniero, según reportes del diario Milenio.

Hay dos sospechosos

De acuerdo con una nota publicada el sábado pasado en el portal de internet Valor por Tamaulipas, de manera extraoficial se habla de que las autoridades cuentan con dos presuntos responsables del fallecimiento de la niña.

El medio aseguró que mientras las autoridades realizaban la investigación en torno al lugar del hallazgo, un hombre que se identificó como Francisco Díaz, se acercó a los medios de comunicación. Les dijo que su hijo, Sotero Díaz Rojas, estaba siendo incriminado por el homicidio, pero aseguró que éste no pudo ser el asesino porque ese día estaba en una fiesta con unos amigos.

Valor por Tamaulipas aseguró que Sotero Díaz Rojas, quien vive a dos calles del lugar donde fue raptada la menor, no pudo con el remordimiento y le contó todo lo ocurrido a un “amigo”, quien a su vez avisó a las autoridades.

Según esta información, Sotero Díaz confesó a las autoridades dónde había enterrado el cuerpo de la niña. Les dijo que él y su amigo Efraín alias El Loco, o El Satánico sacaron de la casa a la menor, la llevaron al monte, donde la golpearon, abusaron de ella y la mataron.

El rapto y homicidio de esta menor en Tamaulipas, se dio en el contexto del clima de inseguridad que prevalece en el estado gobernado por Egidio Torre Cantú, como lo publicó Proceso en la edición que circula esta semana (1968).

“Varias decenas de empresarios de Tamaulipas que se reunieron con el Gabinete de Seguridad incomodaron al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al señalarle que, en vez de hablar de logros, debiera reconocerse que la situación de la entidad está peor que en el sexenio de Calderón. En un minucioso reporte que elaboraron y que fue obtenido por Proceso, le advirtieron que mientras los funcionarios públicos se han convertido en subordinados de los delincuentes, las extorsiones y los crímenes aumentan porque, aseguran, nadie se ha propuesto desmantelar las estructuras de la delincuencia organizada”, asegura el texto.

Políticos aprovechan el caso Melany para atraer reflectores

La clase política tamaulipeca y nuevoleonés no desaprovechó el dolor ajeno para la promoción personal en el caso de Melany Viridiana Gómez Ramón, la niña regiomontana secuestrada y asesinada el pasado fin de semana en Ciudad Madero.

La mañana de este lunes el cadáver de la pequeña de siete años fue trasladado a esta ciudad; a las 13:00 horas fue llevado a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el municipio conurbado del mismo nombre, donde el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, ofició más tarde una misa de cuerpo presente.

En la entrada del templo, Mario Gómez Téllez, padre de la víctima, habló ante las cámaras y micrófonos de los medios de comunicación. A su lado se encontraba la diputada local priista, María de la Luz Campos Alemán, quien, de acuerdo con una fuente del Congreso local, aportó dinero e hizo gestiones para agilizar el traslado de la menor a esta entidad.

La legisladora no habló, pero fue evidente su afán de aparecer a cuadro al pegarse al hombre del dolido padre.

Las primeras palabras que salieron de los labios de Mario fue un agradecimiento a los políticos y funcionarios que lo ayudaron.

“Primero quiero darle las gracias a la senadora Cristina Díaz, al procurador (Adrián de la Garza) que estuvo apoyándome mucho desde aquí, a todos los de Tamaulipas, al gobernador (Egidio Torre), a las dependencias que estuvieron apoyando y a la gente, los medios y los amigos, compañeros de trabajo”, dijo el afligido padre.

Luego expresó su pesar por el suceso que acabó con la vida de su hija a la que definió como noble, respetable y “nada traviesa”.

“Yo no entiendo por qué nos pasó esto. Espero que no se quede así. Acabo de hablar con la senadora Cristina Díaz, con el subprocurador. Hemos estado con todo mundo, agradeciéndoles por todo lo que han hecho”, reiteró.

Cuando el ataúd blanco con los restos de la pequeña llegó a la entrada de la Iglesia, el padre dio por terminada la entrevista, pero antes hizo un agradecimiento generalizado: “El gobierno de Nuevo León me ha apoyado bastante y agradezco de todo corazón haber nacido aquí en Nuevo León, porque me han protegido”.

La semana pasada, Melany viajó con su familia y un grupo de 50 personas de esta ciudad a Ciudad Madero para vacacionar.

Su familia, residente en Benito Juárez, Nuevo León, rentó un departamento cerca de la Playa Miramar. De acuerdo a la madre de la menor, identificada como Liliana Ramón, en horas de la madrugada vio la sombra de una persona que, al parecer, se llevó a la niña. La señora salió a buscar al plagiario, pero no lo encontró.

Al ser denunciado el delito, la Procuraduría de Tamaulipas lanzó una Alerta Ámber para localizar a la pequeña.

La Procuraduría tamaulipeca informó que el cuerpo de la menor fue hallado el sábado a las 15:45 horas en el interior de las instalaciones de la Primera Zona Naval de la Secretaría de Marina.

Primero se informó que Melany había sido asesinada a golpes, pero después los médicos forenses tamaulipecos determinaron que pereció por asfixia. (Proceso con información de Luciano Campos)