viernes, 18 de julio de 2014

julio 18, 2014
MICHOACÁN, México, 18 de julio.- El caso del albergue “La Gran Familia” ha polarizado a la población en torno a la responsabilidad de Rosa Verduzco sobre las condiciones en que los niños y jóvenes vivían y sobre la forma en que su “buena intención” se transformó en algo que la rebasó. Y también sobre la responsabilidad del Estado al delegar la responsabilidad a privados los casos de niños no acompañados. 

Los menores conocieron su destino final en el albergue de Rosa Verduzco.

Intelectuales, artistas y líderes de opinión han calificado el operativo contra “Mamá Rosa” y su albergue como una “humillación escandalosa” y un “linchamiento mediático” por lo que hacen un llamado a las autoridades para que respeten la obra y la persona de Rosa Verduzco.

Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, señaló que no existe una orden de aprehensión contra Verduzco Verduzco por lo que podría quedar en libertad las próximas horas.

Sin embargo, las denuncias de explotación económica, abuso sexual así como las imágenes de los espacios en los que habitaban 458 niños y 178 adultos permanecen ahí con o sin la detención de “Mamá Rosa”, fundadora del albergue hace más de 60 años.

A los testimonios de maltrato, golpes, castigos, humillaciones y miseria se suma la posibilidad de exhumaciones clandestinas.

Ernesto Martínez, corresponsal de La Jornada, muestra imágenes de ataúdes encontrados en uno de los cuartos del albergue. “Hay mujeres y niños que han sido víctimas de abusos sexuales y violaciones. Pero lo más grave es que fueron privados de su libertad, y también hay testimonios acerca de posibles inhumaciones clandestinas”, indica en la página 3 del diario.

Dos días después del operativo, las puertas del albergue fueron abiertas a medios de comunicación quienes atestiguan que existen dos patios. Uno para las visitas, cuyo acceso está presentable; y otro donde están las habitaciones de los niños. “Se ingresa por una pequeña puerta de metal, como si fuera una cárcel”.

De acuerdo con el periodista algunos niños, adolescentes, jóvenes y algunos adultos aseguran que en el terreno baldío de la parte trasera de la casa hogar fueron enterrados varios menores y fetos de adolescentes que abortaron pues dicen que algunos abusos tuvieron desenlace fatal.

Víctor Verduzco, de 54 años, fue entregado a “Mamá Rosa” cuando tenía 6 meses pero escapó a los 8 años y recuerda que ellos fabricaban pequeñas cajas de muerto de madera. “Decían que a unos los enterraban en el patio de atrás y a otros en el panteón municipal”.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) señaló que esta casa hogar es un ejemplo paradigmático de cómo se conjuntan la fragilidad de las instituciones nacionales, la corrupción y la impunidad.

Juan Martín Pérez, director de Redim, señaló que la casa de “Mamá Rosa” es sólo uno de los muchos escenarios que hay en el país, debido a la falta de regulación por parte de autoridades quienes, a su vez, han optado por dejar a los menores no acompañados bajo la tutela de particulares.

En México existen alrededor de 30 mil niños que habitan este tipo de casas hogar. (SDP Noticias)