sábado, 14 de junio de 2014

junio 14, 2014
Carlos Hernández

CIUDAD DE MEXICO, Distrito Federal, 14 de junio.- Más allá de los horrores arbitrales, de que Camerún jugó como si siguiera pensando en los premios y del uso mercantilista de toda victoria del Tri, México obtuvo el triunfo que estaba obligado a conseguir.

Si se aspira a calificar, el primer partido es fundamental. En sus cuentas alegres, los federativos dijeron que la selección llegó a Brasil por la puerta trasera, pero que saldría por la puerta grande. No es para tanto, por supuesto, pero el juego tricolor mejoró notablemente, sobre todo basado en dos mediocampistas todo terreno como Juan Vázquez y Héctor Herrera.

El Gallito Vázquez es tal vez el jugador más pequeño del Mundial, pero en la cancha se agiganta y aparece en todos lados, mientras que el jugador del Porto está tomando perfiles de gran figura.



En términos generales, el Tri gustó, aunque muchos deseaban que el portero Guillermo Ochoa tuviera una mala actuación, con el argumento de que El Piojo lo eligió por presiones televisivas y para ponerlo en vitrina para un equipo europeo de medio pelo.

En realidad, Ochoa tiene un nivel muy similar a Jesús Corona y el técnico pagará el error o se llevará el acierto, como ayer.

Sus fanáticos definen al fútbol como el deporte más hermoso del mundo y este mes es como estar ante gran banquete. El balompié ha evolucionado, pero la FIFA se mantiene como un organismo retrógrada, reacio a los cambios, bajo el argumento de que el error humano es parte del juego. Que se lo explique Joseph Blatter a Giovani dos Santos.

En Brasil se permiten por primera vez las cámaras para determinar un gol legítimo y el aerosol para marcar la distancia adecuada de las barreras. Un pequeño paso ante tanta polémica que se vive dentro la cancha, pero es en esa anarquía donde los llamados fifos encuentran el terreno a modo para favorecer al que más convenga a sus intereses.

El fútbol debería copiar a su par estadounidense de la NFL. Que los técnicos tuvieron capacidad de reclamar algunas jugadas y que el vídeo fuera el juez imparcial e incorruptible. Parece mucho pedir para un deporte que hasta en Los Simpsons es mostrado empantanado en los sobornos y la corrupción.

Brasil y Croacia serán rivales totalmente distintos de lo que fue el débil Camerún, pero el cuadro verde llegará con la motivación del deber cumplido en su primer tarea.

La sorpresa del Mundial ha sido la goliza al campeón mundial que tiene temible ataque pero defensa y un portero al que le pegó la inactividad. Sin embargo, España tendrá tiempo para resurgir, en tanto que Holanda recuperó un poquito ese mote de naranja mecánica, que le quedaba muy grande.

A Holanda le llegó cuatro años tarde ese resultado, pero nosotros nos quedamos para el recuerdo con ese bellísimo gol de palomita de Van Persie.

Y mientras nuestro pueblo pambolero lamentaba los goles anulados a Gío y se desgañitaba con el tanto de Oribe Peralta –quien dedicó la victoria a su añorada comarca lagunera y no a su nueva playera azulcrema--, un tuit definía con certeza lo sucedido: nos roban los goles... y el petróleo.