sábado, 21 de junio de 2014

junio 21, 2014
BELO HORIZONTE, 21 de junio.- El Mineirao está en silencio. Apenas se escucha a los hinchas brasileños cantar por Irán. Parece la antesala de una tragedia. En la cancha, los jugadores argentinos están vencidos. Empatan, pero es tan flojo el rival que da la sensación que es más que una derrota. Es tiempo cumplido, Lionel Messi toma la pelota por la derecha, engancha hacia al medio y define desde afuera del área con un zurdazo genial.

Lionel Messi anotó un gol al minuto 90 que salvó a una 'sufrida' Argentina ante Irán, el marcador final quedó 1-0. (Reuters)

Gol de Argentina, el Mineirao explota. Los hinchas se emocionan casi hasta las lágrimas y eso que es el segundo partido del Mundial, y ante Irán. Leo sale corriendo a festejar con los fanáticos, lo abrazan sus compañeros, el banco argentino salta y grita. La imagen hace recordar al amistoso en el que la Argentina derrotó a Brasil por 4-3 en el último minuto con un gol de Leo, en 2012, en Estados Unidos. Pero esto es un Mundial.


Y así lo celebró. La selección sudamericana consiguió consolidar su pase a octavos de final en Brasil 2014 al quedar líder en el Grupo F. (Reuters)

¿Cómo definir el partido de Leo? Durante 90 minutos jugó muy mal, estaba aplazado como el resto de sus compañeros. No encontraba los caminos, encerrado en el cerrojo iraní. Pero hizo un gol de 10, una joya más para su colección, aunque en la competencia donde más se pedía de él. Convirtió el infierno en un paraíso para los extasiados hinchas de nuestro país.

El partido estuvo llenó de disparos que prometían gol pero no pudieron concretarse. Reza, de Irán, iba solo contra el portero al minuto 85 pero falló. (AFP)

Cinco segundos necesitó el capitán argentino para cambiar todo. Iban 90 minutos y 25 segundos cuando tomó el balón. Cinco segundos después, la pelota ya había entrado en el arco, y la Argentina se metía en octavos de final del Mundial.

Messi falló dos tiros libres, el primero (foto) fue al minuto 32 cuando el árbitro marcó falta en una entrada de Andranik sobre el capitán argentino. (Reuters)

El lunes último, luego del debut ante Bosnia, Leo tomó la palabra y como el capitán del equipo le marcó la cancha al técnico. Pidió no jugar más con línea de cinco y volver al 4-3-3. Con uno y otro sistema, la Argentina jugó mal. Pero Messi volvió a hablar en la cancha y mostró personalidad en el momento más duro para destrabar los nervios y allanar un camino que parecía de espinas. Un gol y nada más para evitar un bochorno iraní. 

El portero de Irán, Alireza Haghighi, lució sus dotes atajando varios disparos. El primero fue al minuto 13 cuando se lanzó para evitar el tiro de Higuaín. (Reuters)

Como si fuera una mala copia del debut ante Bosnia, la labor de la Argentina frente a los iraníes se destacó por la falta de ideas. Hubo carencia para crear jugadas colectivas y una llamativa dependencia de lo que pueda hacer la Pulga, que frotó la lámpara en el último minuto. Más allá de eso, su trabajo fue apenas discreto.

Sin embargo, la gran figura fue Sergio Romero. El arquero albiceleste fue el gran responsable de sostener el cero en su propio arco, ante al menos cuatro situaciones claras de los iraníes, que con el correr de los minutos se fueron animando, y no hubiera sido descabellado que ganasen el encuentro.
(La Nación de Argentina)