domingo, 8 de junio de 2014

junio 08, 2014
COLIMA, México, 8 de junio.- Sin respuesta a sus demandas por parte del Gobierno del Estado y de la Rectoría de la Universidad de Colima, este domingo se cumplen 40 días de la huelga de hambre que mantiene un grupo de catedráticos universitarios que, entre otras cosas, exige legalidad y transparencia en el manejo del fondo de pensiones y la reinstalación de Leonardo César Gutiérrez Chávez como secretario general del sindicato de la institución educativa.

Foto: José Luis Flores (@Luis_SITRAyD)

“Entramos a una etapa crítica, enfrentamos el riesgo de sufrir daño cerebral, una embolia, un derrame o en su defecto un paro cardiaco; el peligro está latente y eso es lo que no entienden el gobernador, Mario Anguiano Moreno, ni el rector, José Eduardo Hernández Nava”, advierte el líder del movimiento, Gutiérrez Chávez.

Dice que en su caso particular ya perdió 12 kilogramos de peso, ha presentado signos de hipertensión y dolores en la espalda que desde su punto de vista pueden ser derivados de daños en los riñones, edema pulmonar o una necrosis.

“A veces sufrimos descoordinación al hablar, al caminar, ya no podemos soportar tanto el sol, antier estuve a punto de desfallecer; otros compañeros sufren baja presión e hipoglicemia, que pueden provocar la muerte o daños muy importantes en los riñones y en el hígado principalmente”, añade.

En los primeros días eran ocho los catedráticos en ayuno, pero en la actualidad sólo permanecen cinco de ellos: Leonardo Gutiérrez, José Jesús Lara Chávez, Pedro Vidrio Pulido, J. Jesús Ponce Ochoa y Herminio López Ramírez, dado que los tres restantes, Carlos Lezama Cervantes, José Miguel Rodríguez Reyes y Javier Herrera Báez, fueron retirados por sus familiares tras haber sufrido complicaciones en su salud.

“Cuarenta días en huelga de hambre se dice fácil, pero se resiente en el estado físico y mental, algunas autoridades se sorprenden porque todavía caminamos y tratan de descalificarnos a través de los medios de comunicación; en su perversidad, si muero esas gentes van a decir que es una simulación y a los tres meses van a asegurar que yo andaba en Guadalajara”.

De acuerdo con Roberto Pérez Valenzuela, médico de los huelguistas, éstos han resistido más porque los ha sometido a un equilibrio electrolítico y de la glucosa a partir de la ingestión de agua, suero oral, miel, limón, agua de coco y tuba natural, pero advierte que ese tratamiento no puede funcionar de manera permanente y la salud de los catedráticos puede colapsar en cualquier momento, como ocurrió en los casos de sus tres compañeros.

Desde el 20 de mayo, el rector Hernández Nava fijó su postura de no dialogar de manera presencial con los huelguistas en torno al Fondo Social de Apoyo al Pensionado (Fosap) y les ofreció la vía escrita, pero ésta fue rechazada.

La noche del miércoles 4 de junio, representantes de los catedráticos y el secretario general de Gobierno, Rogelio Rueda Sánchez, establecieron una mesa de diálogo en la que los abogados de ambas partes discuten la viabilidad jurídica de que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje rectifique su decisión y reconozca a Gutiérrez Chávez como secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC).

El argumento de los ayunantes radica en que su destitución en marzo pasado, por parte de un grupo de delegados encabezado por Luis Enrique Zamorano Manríquez, fue violatoria de los estatutos del sindicato y de la Ley Federal del Trabajo, además de que la Rectoría intervino para presionar la salida de Gutiérrez Chávez, quien en ese entonces promovía desde la dirigencia del SUTUC una huelga para esclarecer las cuentas del Fosap.

Después de cuatro días de negociaciones y reuniones constantes con los huelguistas, quienes pusieron como condición el reconocimiento de Leonardo Gutiérrez como líder sindical para levantar la huelga de hambre, hasta este domingo la Secretaría General de Gobierno no ha dado una respuesta a las demandas.

En contraparte, el sábado 7 el gobernador Mario Anguiano declaró que su gobierno no puede intervenir en ese asunto porque “eso es un conflicto entre trabajadores y no es facultad del Ejecutivo”.

Llamó a los catedráticos a que “en atención a su salud y a la preocupación que están generando a sus propias familias” levanten la huelga de hambre y comentó que tienen el ofrecimiento del rector, José Eduardo Hernández, de respetarles todos sus derechos laborales para que se reintegren a sus plazas.

El mandatario aludió además a una resolución del Trigésimo Segundo Tribunal Colegiado, que dentro del expediente 84/2014 declaró infundada una queja de Leonardo Gutiérrez contra la actuación de la JLCA, porque antes de solicitar el amparo contra su destitución no agotó el principio de definitividad, pues no tramitó previamente el procedimiento laboral ordinario.

Anguiano Moreno sostuvo: “Me parece que si ya siguieron un proceso y legalmente no tienen la razón”, entonces “ya está definido y no hay mucho sentido de mantener esta huelga”.

Al respecto, Gutiérrez Chávez señala que no le preocupa la resolución del tribunal colegiado, pues la interposición del juicio de amparo y después de la queja formó parte de una estrategia para obtener, a través del expediente, la documentación oficial en la que se basó la JLCA para otorgar la toma de nota a Luis Enrique Zamorano.

“Con esa información que ya tenemos en nuestro poder —explica Leonardo Gutiérrez— podemos probar ahora todas las ilegalidades cometidas en el proceso de nuestra destitución, así como las violaciones a la ley por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje”.

Pese a la declaración del gobernador, la noche del sábado continuaron las pláticas entre el Comité de Huelga y el secretario general de Gobierno. Como parte de las pláticas, la mañana de este domingo los abogados de los huelguistas, Agustín Díaz Torrejón y Víctor Calleja, enviaron al funcionario un estudio jurídico según el cual la propia JLCA puede rectificar en lo relativo a la toma de nota a través de la figura “regularización del procedimiento en materia laboral”, considerada en  el artículo 686 segundo párrafo de la Ley Federal del Trabajo.

“Por supuesto que sí existe la posibilidad jurídica de resolver el conflicto por la propia Junta Local, sólo falta la voluntad política, ahora vamos a saber si en realidad ésta existe”, refiere el abogado Díaz Torrejón.

Leonardo Gutiérrez explica que para levantar la huelga de hambre el movimiento condicionó su restitución en la dirigencia del SUTUC con el propósito de continuar desde ahí la revisión del manejo del Fosap.

“Necesitamos la autoridad; si nos vamos primeramente con lo del Fosap con qué autoridad vamos a reclamar, estarían el rector y el gobernador violando el reglamento y el contrato colectivo, porque ahí muy claramente dice quiénes forman el comité técnico del Fosap por parte del SUTUC: el secretario general, de trabajo y conflictos y el de previsión social”.

La falta de respuesta del gobierno estatal hasta ahora, dice Gutiérrez, “es una clara muestra de que están evadiendo la responsabilidad de solucionar, cuando sabemos que nosotros estamos a unas horas de caer en deterioro físico y mental, incluso con el riesgo de la muerte; si ellos siguen jugando con eso, la verdad qué gobierno tan aberrante e insensible tenemos; si nos quieren vencer para que nos levantemos, están equivocados”.

—¿Qué está deteniendo la solución del conflicto?

—El contubernio que existe entre el gobernador y el rector; puede ser la presión de la rectoría al gobierno del estado por una razón: que el gobierno debe cerca de 200 millones de pesos a la universidad. El compromiso fue “yo te ayudo con la Junta Local para quitar del SUTUC a Leonardo Gutiérrez y que no siga exigiendo la transparencia del Fosap, pero tú ayúdame para evadir esa deuda que tengo contigo”. Hay un acuerdo político y financiero entre el gobernador y el rector, no hay otra explicación.

Si no se resuelve el conflicto, advierte Leonardo Gutiérrez, continuarán las movilizaciones en Colima y en otros lugares del país con apoyo de sindicatos nacionales. “Tenemos un manifiesto de la Nueva Central de Trabajadores (NCT), que esta semana van a venir para realizar algunas acciones, mientras que algunos intelectuales van a publicar manifiestos a nivel nacional”.

Así también, dice, el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, denunciará el asunto en una reunión mundial de líderes sindicales en Canadá, en tanto que el caso será llevado también al congreso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, por parte de la NCT y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

Sin embargo, el movimiento de los catedráticos huelguistas no ha obtenido el apoyo de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu).

Por el contrario, una delegación del SUTUC encabezada por Luis Enrique Zamorano participó en el 9º Congreso Nacional de Sindicatos Universitarios que se realizó en Monterrey, Nuevo León, del 4 al 6 de junio, donde fue presentada como “la legítima representante de los trabajadores universitarios colimenses”, de acuerdo con un comunicado del SUTUC.

Al respecto, Leonardo Gutiérrez señala que “la Contu da entrada a todos, tengan o no tengan nota. Es una organización no registrada ante la Secretaría del Trabajo como confederación. No nos preocupa eso”.

En tanto, simpatizantes del movimiento de los huelguistas de hambre realizaron, entre otras actividades de apoyo, un “concierto de cacerolas” afuera de la Casa de Gobierno, donde también bloquearon parcialmente con vehículos el tránsito por la Calzada Galván.

Leticia Villarreal Caballero, integrante del Comité de Apoyo a los Universitarios en Huelga de Hambre, expone: “Ante este silencio de las autoridades que no han dado respuesta a las demandas, quisimos llevarle un poco de ruido al señor gobernador en su casa y de manera pacífica nos manifestamos; los vigilantes nos preguntaron si llevábamos una petición por escrito y les dijimos que durante todo el mes les habíamos enviado peticiones al gobernador”. (Pedro Zamora Briceño para Proceso)