miércoles, 11 de junio de 2014

junio 11, 2014
ESTADOS UNIDOS, 11 de junio.- Según detalló el Diario Cambio, Lindalva Pinheiro da Silva, de 35 años, tenía solo 24 semanas de embarazo cuando la fuente se rompió. La mujer entró en pánico porque sabía que esperaba gemelos y suponía que iba a perder a los bebés.


El equipo médico del Centro Médico Tufts de Boston trató de retrasar el parto, a pesar de que consideraron que existía un 50% de chances de que los bebés no sobrevivieran.

Cuatro días después de que se rompiera la fuente, nació Alexandre, con un peso de solo 745 gramos. Según Ronaldo Antunes, su padre, el niño era tan pequeño que cabía en la palma de una mano.

La mujer permaneció en la sala de parto y aunque se esperaba que diera a luz a su segundo bebé en horas, esto no ocurrió. Las contracciones cedieron y su cuello uterino se volvió a cerrar. A la par que Alexandre crecía en una incubadora, su hermano Ronaldo siguió creciendo durante las siguientes semanas en la matriz de su madre.

Lindalva debió tomar antibióticos para evitar infecciones ya que la placenta y el cordón umbilical de Alexandre quedaron dentro. Tres semanas después del primer parto, comenzó a sentir contracciones y a los 24 días nació Ronaldo, con un peso de 1,4 kilogramos. Tres meses después del nacimiento de ambos, los gemelos pesan alrededor de 2,7 kilos cada uno.

“Son mis bebés milagrosos. Ronaldo porque se quedó adentro y Alexandre porque sobrevivió", dijo la mujer.

Alexandre es apenas más pequeño que su hermano y según los doctores, podría necesitar cirugía por un problema ocular y una hernia. Los padres, sin embargo, esperan que ambos bebés puedan dejar el hospital la próxima semana. (Primera Fuente)