miércoles, 18 de junio de 2014

junio 18, 2014
ERBIL, Irak, 18 de junio.- La batalla entre los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) y las fuerzas de seguridad iraquíes se libran este miércoles en la refinería de Biyi, la principal instalación petrolífera de Irak a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad. Fuentes consultadas por EL MUNDO aseguran que la situación es cambiante y los combates prosiguen entre llamadas del primer ministro iraquí, Nuri Maliki, a la unidad nacional.

La refinería de Biyi. (Reuters)

Con proyectiles de mortero, los miembros del ISIS irrumpieron esta madrugada en una refinería que proporciona petróleo a todas las provincias del país. Poco después, un pequeño incendio se originó en los alrededores. En sus plantas se refina una cuarta parte del crudo del país árabe, destinada al mercado local.


Un bloqueo prolongado podría causar problemas de abastecimiento de gas y electricidad agudizando la crisis que vive el país desde que el 9 de junio el ISIS se hiciera con el control de Mosul, la segunda capital del país, e iniciara la ofensiva hacia Bagdad. Otro de los frentes, Baquba, está a tan solo 60 kilómetros de la capital.

Durante las últimas horas, la refinería ha sido testigo de avances y retrocesos de ambos bandos. Las fuerzas gubernamentales lograron repeler el primer ataque, pero necesitan más efectivos. En el punto de mira de los yihadistas, el personal extranjero de la instalación ha sido evacuado y solo permanecen en la planta unas decenas de empleados locales. Un pequeño incendio se ha registrado en los alrededores de la refinería después de que un proyectil impactara en un depósito de combustible.

Punto caliente

Los miembros del ISIS, en cooperación con ex generales de la era de Sadam Husein y varias tribus, tomaron brevemente el control de Biyi hace una semana. Desde entonces, es uno de los puntos calientes de la guerra que libra el maltrecho ejército iraquí con los yihadistas. El 13 de junio, al menos 30 personas perdieron la vida, en su mayoría soldados retenidos por insurgentes en una mezquita de la ciudad, por los bombardeos de la aviación iraquí, informa Efe.

Por su parte, Médicos sin Fronteras ha denunciado este miércoles que un hospital que regenta en la localidad de Tikrit -la ciudad natal de Sadam Husein y escenario de ejecuciones en masa de soldados- ha sido dañado en el bombardeo lanzado por el ejército iraquí el 13 de junio. Según la organización, el ataque impide que se pueda prestar atención médica a las alrededor de 40.000 desplazados por la violencia de los últimos días.

A su vez, el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, ha declarado este miércoles que su Gobierno está tocado pero no hundido. "Las tropas sufrieron un revés, pero no una derrota", ha afirmado en una conferencia televisada. A su juicio, el régimen ha recuperado la iniciativa después de que las tropas abandonaran sus plazas hace semana y media y "han detenido el deterioro". "Hemos comenzado nuestra contraofensiva", ha agregado tras llamar a la unidad nacional de suníes, chiíes y kurdos. (El Mundo)