jueves, 12 de junio de 2014

junio 12, 2014
SAN PABLO, Brasil, 14 de junio.- El acto de apertura del Mundial Brasil 2014 fue una demostración de la cultura brasileña vertebrada por el exuberante Amazonas, el Carnaval, el Capoeira, la samba y, remarcando, el fútbol que, quisieron dejar claro, es condición intrínseca del gigante sudamericano.

El colorido performance realizado en el Estadio Arena Corinthians, donde la selección verdeamarelha inauguró la copa del mundo al chocar contra la escuadra de Croacia, exhibió todos los bailes típicos brasileños.





Un balón inmenso en el centro de la cancha dio la bienvenida al mundo en todos los idiomas. Con este cóctel de colores y ritmo despuntaba por fin el evento deportivo que tanta crítica le ha costado al Gobierno de Dilma Rouseff por el “despilfarro” de dinero para realizarlo. La organización del Mundial costó 12 mil millones de dólares.

Enormes árboles y flores exóticas de la tórrida Amazonía llenaron la cancha para dar pase a las diferentes bailes que pueblan un país tan enorme que ama la música.

Horas antes que la inauguración iniciara, la policía de Sao Paulo desactivó una protesta que los empleados del Metro mantenían a pocas cuadras del estadio. Al menos siete personas, entre ellas dos periodistas de CNN, resultaron heridos, según la agencia EFE.




El encontronazo violento, sin embargo, no llegó a los alrededores del Arena Corinthians, donde miles de hinchas hacían fila para ingresar al estadio.

Tras las representaciones amazónicas de Capoeira y samba, un número especial dedicado al fútbol fue ejecutado por adolescentes; al parecer un guiño de los organizadores que, pese a los reclamos antimundialistas, las nuevas generaciones quieren este deporte.

El esférico gigante que daba la bienvenida al Mundial de pronto se abrió en flor y de él surgió la cantante brasileña Claudia Leitte, que interpretaba a la banda sonora de este mundial: We are one. El rapero Pitbull, vestido con una playera de la selección brasileña, tomó el escenario y luego llamó a Jennifer López para completar el trío.

El fútbol fue el centro de este espectáculo. Un mensaje que Brasil, con toda autoridad que le propician sus cinco campeonatos del mundo, envía: ellos le pusieron al fútbol, además de alma, ritmo.




Con todo el color de Brasil


La ceremonia que puso en marcha el Mundial duró 25 minutos y rindió homenaje a la cultura local. Cerró la estadounidense Jennifer López junto al rapero Pitbull y la cantante local Claudia Leitte. Fue ante 68,000 personas en el Corinthians Arena de San Pablo.
  
Así, el nuevo Estadio Arena Corinthians de la ciudad de San Pablo se vistió de fiesta para darle la bienvenida al certamen deportivo más importante del planeta con un show de apenas 25 minutos que sirvió de antesala para el primer partido entre el seleccionado local ante su par de Croacia, por el Grupo A.

El eje del espectáculo fue una enorme bola de LED, denominada pelota viva, que con 90,000 clústeres con 7,000 nits de luminosidad, estuvo ubicada en el centro del campo de juego y acompañó con imágenes el desarrollo de las diferentes coreografías.




Unos 600 artistas, gimnastas y especialistas de capoeira participaron de los diferentes bailes típicos y sobre el final se apostaron alrededor de la bola luminosa que se abrió y dejó a la vista un miniescenario para el momento más emotivo y ovacionado, el del tema oficial del Mundial Somos uno (We Are One).

Primero apareció desde abajo en el estrado la local Leitte, quien arrancó gritos y aplausos por doquier, y a continuación surgieron la estadounidense López y su compatriota, el rapero Pitbull, para interpretar en conjunto la pegadiza canción.

Pero antes hubo tiempo para resaltar los tesoros de Brasil, ya que primero fue el turno de la naturaleza con artistas con zancos vestidos de árboles y personas disfrazadas de plantas características como la Araucaria, Samambaia y Fucsia, entre otras.

Y luego se honró al agua y la creación de los ríos, en particular el Amazonas, la reserva natural más grande del mundo, que en la cancha fue surcado por varias canoas.

Tras la naturaleza, llegó el homenaje a la danza y la gente de Brasil con bailes típicos acompañados por instrumentos característicos gigantes, e incluso con el famoso grupo de percusión Olodum.





Hubo tiempo para disfrutar del Reco-Reco, Afoxe, Berimbau, Parades, Frevo y Samba de Roda, con artistas vestidos de Gaúchos, Coco y Baianas, y el cierre estuvo a cargo del famoso Capoeira.

Finalmente, apareció el turno del fútbol con acróbatas vestidos con una pelota en su cabeza que formaron diferentes pirámides humanas, mientras que niños realizaban jueguitos con un balón liviano atado con un hilo.

Tras el homenaje a los tesoros de la tierra que albergará durante 31 días la máxima fiesta del fútbol, ingresó una bandera enorme de Brasil para ubicarse en el centro del estadio y desde los cuatro costados explotó una verdadera ovación.

Así, se abrió la bola de LED, cantó el trío el tema oficial y 25 minutos después de iniciado el acto, tal como se había estipulado, se puso punto final.

La fiesta inaugural de Brasil 2014 no pasará a la historia, pero lo cierto es que las ceremonias de apertura de los mundiales no suelen ser espectáculos impresionantes, porque la realidad es que el show lo pone el fútbol.

En ese sentido, el estadio no estuvo colmado a lo largo del acto, pero sí se fue llenando a medida que se acercaba el duelo entre Brasil y Croacia, cuando la pelota comenzaría oficialmente a rodar. 




Acto breve y sencillo

Así  apenas más de media hora duró la ceremonia, que lejos estuvo de ser brillante. Lo mejor, la música en vivo de J-Lo, Pitbull y Claudia Leitte.

Camisetas amarillas en las bandejas inferiores o en las superiores, en personas sentadas o de pie, en adultos o niños, en hombres o mujeres... Una marea del color de la camiseta del seleccionado de Brasil inundó hoy el Estadio Arena Corinthians de San Pablo para vivir con emoción la ceremonia inaugural y el debut de su equipo.

Desde muy temprano en los alrededores del moderno nuevo escenario ubicado en el municipio de Itaquera los simpatizantes brasileños le pusieron color y calor a la fiesta y disfrutaron a rabiar del show de apertura vitoreando cada movimientos de los artistas o cada nota de las diferentes canciones típicas que fueron entonadas.

Acompañados por las banderas verde, amarilla y azul de su país y con diferentes atuendos de cotillón como ser gorros, pelucas, anteojos y bufandas, pese al intenso calor, entre otros, los fanáticos fueron ingresando lentamente al estadio, siempre con la sonrisa de oreja a oreja que caracteriza a los brasileños.

Obviamente, hubo visitantes de todo el mundo también con sus camisetas o alusiones a sus países de origen, y sobresalieron pequeños racimos de las casacas a cuadros blancas y rojas de los croatas, cuyo elenco también se aprestaba a debutar en la cita ecuménica nada menos que antes el poderoso equipo local.

Y la magia de un Mundial, lejos de cualquier tipo de violencia que se podría generar ya sea en otro tipo de torneos o países, permitió que los hinchas de los dos seleccionados rivales pudieses compartir momentos ya sea en la previa como mismo dentro del estadio.

Fueron infinidad de fotos las que se tomaron juntos brasileños, miles y miles, con croatas, apenas unos centenares, en los ingresos y luego en la cancha, donde se pudo ver a través de las dos modernas y enormes pantallas gigantes enfrentadas a la altura de los córners como convivieron sin ningún tipo de problemas.

Una media hora antes del inicio de la ceremonia oficial, la musica de Ricky Martín, relacionada con la Copa del Mundo, y luego del carnaval de Brasil arrancaron los primeros bailes en las gradas, que de todas maneras no llegaron a colmarse durante la fiesta.

Después sí, con el inicio oficial de la ceremonia ovacionaron cada movimiento, la escenografía y las coreografías y vibraron cuando llegó el momento de la canción oficial entonada por Jennifer Lopez, el rapero Pitbull y la local Claudia Leitte, desde adentro de la pelota de LED que se abrió sólo para ellos tres.

Fueron unas 68,000 personas las privilegiadas que tuvieron la oportunidad de disfrutar in situ de una breve pero muy atractiva fiesta, y la gran mayoría, esa marea amarilla, celebró con aplausos la ceremonia pero se mostró nerviosa por el inicio del Mundial.

Es que todos sueñan con que Brasil consiga el "hexacampeonato" y minutos después de la fiesta arrancaba el momento de la verdad, el primer examen de la Copa del Mundo de local ante su par de Croacia. (Agencias)