MOSCÚ, Rusia, 29 de mayo de 2014.- Los milicianos separatistas prorrusos asentados en el este de Ucrania han admitido que mantienen secuestrados a cuatro observadores internacionales enviados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y han asegurado que los pondrán en libertad próximamente, ha informado la agencia de noticias Interfax.
«Aclararemos quiénes son, dónde se dirigían y por qué y los dejaremos libres», ha asegurado el autoproclamado alcalde de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, según la BBC. Los observadores de la OSCE fueron detenidos cuando se encontraban cerca de la localidad de Donetsk, la capital de la región homónima, este lunes.
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| Separatistas de Donetsk levantando una barricada. (Reuters) |
Mientras, los combates entre las fuerzas ucranianas y los rebeldescontinúan por cuarto día consecutivo en el sureste del país. «Les dijimos que no fueran a ninguna parte por un tiempo, pero cuatro de ellos no hicieron caso y claro, fueron detenidos», ha dicho reveló Ponomariov a la agencia rusa Interfax.
El líder de los insurgentes de Slaviansk, bastión de la rebelión prorrusa en el sureste de Ucrania, ha asegurado que los cuatro observadores de la OSCE, ciudadanos de Estonia, Turquía, Suiza y Dinamarca, podrían ser liberados en las próximas horas.
«Nadie les ha arrestado. Les hemos retenido. Cuando aclaremos quiénes son, a dónde y a qué iban, les dejaremos marchar», ha dicho Ponomariov, que sugirió su intención pudo ser el espionaje a favor de las fuerzas ucranianas.
Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania informó ayer de que los observadores estaban «retenidos por uno de los grupos prorrusos» y señaló que las fuerzas de seguridad ucranianas «trabajan en su liberación». Poco antes, el primer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Borodái, negó la implicación de los rebeldes en la desaparición de los observadores.
La misión especial de observación de la OSCE en Ucrania, en marcha desde el pasado mes de marzo, cuenta actualmente con unas 280 personas, entre ellas unos 200 observadores civiles de 41 países. (ABC)
