jueves, 29 de mayo de 2014

mayo 29, 2014
ESTADOS UNIDOS, 29 de mayo.- Unas 15.000 personas asistieron ayer al homenaje por las víctimas del ataque ocurrido el viernes pasado en la localidad universitaria de Isla Vista (California, Estados Unidos) y exigieron a los políticos que lleven a cabo las medidas necesarias para evitar muertes de ese tipo.

Miles de personas acudieron ayer al homenaje a las víctimas de la Matanza de Isla Vista (foto: EFE)

La noche del viernes, Elliot Rodger asesinó a cuchilladas a tres personas y mató a disparos a otras tres antes de quitarse la vida de un tiro, en lo que fue un acto premeditado como una venganza por sentirse despreciado, según relató el joven en un vídeo que colgó en YouTube.


Richard Martínez, padre de Christopher Michaels-Martínez, una de las víctimas del ataque perpetrado por Rodger, compareció en el tributo, organizado en el Harder Stadium de la Universidad de California en Santa Bárbara, y protagonizó el momento más emotivo del acto.

Primero ejerció como portavoz de las familias de otras dos víctimas (Weihan Wang y Cheng Yuan Hong) y leyó sendos comunicados en los que se reclama que "es hora de frenar la violencia de las armas" y de "vivir en una tierra sin que exista el miedo".

Después, y tras un alegato propio, Martínez levantó el brazo en alto y pidió a todos los asistentes que, si estaban de acuerdo con su mensaje, se pusieran en pie y gritaran lo más fuerte posible la frase "Not One More" ("ni uno más"), en alusión a las muertes por arma de fuego en Estados Unidos.

Los asistentes accedieron y así lo hicieron hasta en tres ocasiones. "Quiero que lo escuchen en Washington", dijo Martínez. Pocas horas después de que se produjera el ataque de Rodger, Martínez, en rueda de prensa, culpó de la muerte de su hijo a "los políticos cobardes e irresponsables, y a la NRA (Asociación Nacional del Rifle)".

En su intervención frente a centenares de estudiantes durante la jornada de luto de la Universidad, Martínez, emocionado pero entero, quiso dibujar este martes un esbozo de la figura de su hijo, fallecido a los 20 años.

"Su prima lo describió así recientemente: un chico inteligente, gentil y noble, hasta que le conocías en una cancha de baloncesto. Ahí se convertía en una fuerza imparable. Le daba igual que enfrente estuviera su prima, que es 20 años mayor y con la que tiene una relación fraternal. Quería ganar siempre", indicó.

Martínez recordó que cuando su hijo tenía 8 años decidió jugar al béisbol y tuvo que enfrentarse a oponentes mayores que él. Entre risas cómplices, comentó que al principio aquellos golpes que recibía su pequeño le daban miedo y sentía preocupación por él.


"Pero se rehacía de cada caída y seguía jugando. Ese era mi hijo. Y me gustaría que siguierais ese ejemplo", declaró.

Martínez animó a los presentes a impedir que la tragedia fuera en balde. Primero pensó en solicitar que la comunidad estudiantil enviara postales a los políticos reclamando "una acción" para evitar más sucesos como éste. Luego -confesó- le comentaron que tal vez sería mejor idea emplear las redes sociales.

Finalmente, optó por un grito al unísono. "Lo que ha ocurrido es intolerable", afirmó. "Es increíble que aún estemos en este punto. No debería haber más muertos. Me hablan de llegar a los líderes con este mensaje, pero para mí son líderes entre comillas. Para nosotros no ha habido liderazgo en este problema. El Congreso no ha hecho nada al respecto y por eso mi hijo ha muerto. ¿Cuánta más gente va a tener que morir para poner fin a esta situación?", agregó.

El tributo a los fallecidos, de una hora de duración aproximadamente, contó con la presencia del cuarteto de cuerda de la Universidad, una actuación a capella del coro Vocal Motion y del grupo universitario BFOM.

El acto arrancó con discursos del rector del centro educativo, Henry Yang, la presidenta del sistema de la Universidad, Janet Napolitano, y líderes religiosos de la localidad de Isla Vista.

Yang dio las gracias a las patrullas de a pie por prevenir lo que podía haber sido una tragedia mucho mayor, mientras que Napolitano urgió a los presentes a recordar las vidas y los logros de las víctimas. (EFE)