Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1391 / 14-V-14
En los Pinos no acaban de asimilar el nuevo reto que lanzó Alfonso Cuarón, el laureado cineasta mexicano que reside desde hace una década en Estados Unidos, de realizar un debate sobre la reforma energética en horario estelar para que la ciudadanía esté mejor informada y opte por las mejores soluciones posibles, cuando ya recibieron otro tanto o más difícil, éste a cargo del secretario general de Amnistía Internacional.
Antes de las polémicas elecciones de julio de 2012, por aquello de que se compraron millones de votos pero fue Andrés Manuel López Obrador el candidato que más dinero gastó, según el Consejo General del Instituto Federal Electoral, comenté con colegas con quienes intercambio información y opiniones todos los viernes, que el señor que en buena o mala lid ganara la Presidencia se sacaría la rifa del tigre. Así fue y cada día se evidencia con más nitidez. Basta observar como hecho anecdótico la pérdida de cabello y el encanecimiento del titular del Ejecutivo Federal, a pesar de los malabares que acaso realicen los maquillistas.
Naturalmente que no faltarán funcionarios del primero y segundo círculos del poder, saturado de mexiquenses e hidalguenses, como en el sexenio anterior lo fue de michoacanos y antes de guanajuatenses, como si el ejercicio público fuera asunto de amigos y fieles empleados, que supongan que se sacaron el premio mayor de la Lotería Nacional. Aún les quedan cuatro años para rectificar porque no todo son mieles del poder, por más y mejor estatus económico que obtengan.
El hecho es que la organización de origen británico pero con secciones en múltiples países, lanzó un reto al mexiquense de Atlacomulco, grupo incluido, para que se comprometa a cumplir a la brevedad “nueve acciones específicas” a favor de los derechos humanos.
Pero la iniciativa tiene su origen en una idea del propio Peña Nieto. En febrero pasado, un equipo de AI se reunió con él para manifestarle su preocupación por las constantes violaciones a los derechos humanos en México. En aquel encuentro participaron Miguel Ángel Osorio, José Antonio Meade y Jesús Murillo. Allí Peña solicitó a la organización que le propusiera “acciones concretas en la materia”.
La solicitud presidencial no sólo es atendida por el secretario general de AI sino que el gobierno tiene ya en sus manos acciones específicas a favor de los derechos humanos. A saber:
Emitir una declaración presidencial donde se haga saber que cualquier funcionario federal que no reporte o investigue una violación a los derechos humanos será enjuiciado con base en las normas internacionales.
Hacer pública la base de datos de los 26 mil desaparecidos en la guerra contra el narcotráfico, abolir la figura del arraigo y crear una base de datos donde se registren todas las detenciones.
Garantizar la implementación total del Código de Justicia Militar reformado, a fin de asegurar que todo el personal castrense implicado en violaciones de derechos humanos contra civiles, sea investigado y encausado por el sistema de justicia ordinaria.
Revisar los procedimientos para responder a las denuncias de torturas y otros malos tratos e investigarlas de conformidad con el Protocolo de Estambul, lo que incluye la reforma de los procedimientos especiales aplicados por la Procuraduría General de la República y otros protocolos.
Adquirir un compromiso político y económico con la implementación de las recomendaciones preliminares del relator especial de Naciones Unidas sobre tortura –quien visitó México– e instaurar un mecanismo de vigilancia independiente con la sociedad civil para evaluar su cumplimiento.
Acuse de recibo
“(…) leí su artículo Todas juntas contra la tortura sexual. Me siento triste. Tengo fe en que pronto las cosas van a cambiar porque la vida nunca se detiene, pero quiero que cambien para bien. Es una muy mala señal que las mujeres agredidas sexualmente por hombres que trabajan para el Estado mexicano (a quienes por cierto, todos les pagamos a través de una enorme cantidad de impuestos), tengan que acudir a las instancias internacionales para que les hagan justicia. Por lo pronto, yo les creo a quienes dicen que fueron torturadas y agredidas sexualmente por estos hombres y me solidarizo con su causa”. Lo anterior escribió la médica Abigail Bello Gallardo… Moisés Edwin Barreda añadió: “(…) con este mensaje va mi admiración a tu periodismo”… En víspera del décimo aniversario de la publicación de Complot contra un proyecto de nación, llegó el siguiente mensaje: “Me gusta su sencillez y claridad. La investigación periodística que conlleva y sobre todo la dedicatoria a varios miembros de tu familia”. Firma la sicóloga Isabel García Gómez… En tanto que la traductora Soledad Peralta consigna “Sobre Remembranzas: Sigo leyendo con gran interés un libro donde el uso de la tercera persona le otorga a la vez imparcialidad y objetividad. Sólo que al imprimir las siguientes 20 páginas, no pude dejar de ver el capítulo final, brevísimo, dedicado a la pendejez (…)”
En los Pinos no acaban de asimilar el nuevo reto que lanzó Alfonso Cuarón, el laureado cineasta mexicano que reside desde hace una década en Estados Unidos, de realizar un debate sobre la reforma energética en horario estelar para que la ciudadanía esté mejor informada y opte por las mejores soluciones posibles, cuando ya recibieron otro tanto o más difícil, éste a cargo del secretario general de Amnistía Internacional.
Antes de las polémicas elecciones de julio de 2012, por aquello de que se compraron millones de votos pero fue Andrés Manuel López Obrador el candidato que más dinero gastó, según el Consejo General del Instituto Federal Electoral, comenté con colegas con quienes intercambio información y opiniones todos los viernes, que el señor que en buena o mala lid ganara la Presidencia se sacaría la rifa del tigre. Así fue y cada día se evidencia con más nitidez. Basta observar como hecho anecdótico la pérdida de cabello y el encanecimiento del titular del Ejecutivo Federal, a pesar de los malabares que acaso realicen los maquillistas.
Naturalmente que no faltarán funcionarios del primero y segundo círculos del poder, saturado de mexiquenses e hidalguenses, como en el sexenio anterior lo fue de michoacanos y antes de guanajuatenses, como si el ejercicio público fuera asunto de amigos y fieles empleados, que supongan que se sacaron el premio mayor de la Lotería Nacional. Aún les quedan cuatro años para rectificar porque no todo son mieles del poder, por más y mejor estatus económico que obtengan.
El hecho es que la organización de origen británico pero con secciones en múltiples países, lanzó un reto al mexiquense de Atlacomulco, grupo incluido, para que se comprometa a cumplir a la brevedad “nueve acciones específicas” a favor de los derechos humanos.
Pero la iniciativa tiene su origen en una idea del propio Peña Nieto. En febrero pasado, un equipo de AI se reunió con él para manifestarle su preocupación por las constantes violaciones a los derechos humanos en México. En aquel encuentro participaron Miguel Ángel Osorio, José Antonio Meade y Jesús Murillo. Allí Peña solicitó a la organización que le propusiera “acciones concretas en la materia”.
La solicitud presidencial no sólo es atendida por el secretario general de AI sino que el gobierno tiene ya en sus manos acciones específicas a favor de los derechos humanos. A saber:
Emitir una declaración presidencial donde se haga saber que cualquier funcionario federal que no reporte o investigue una violación a los derechos humanos será enjuiciado con base en las normas internacionales.
Hacer pública la base de datos de los 26 mil desaparecidos en la guerra contra el narcotráfico, abolir la figura del arraigo y crear una base de datos donde se registren todas las detenciones.
Garantizar la implementación total del Código de Justicia Militar reformado, a fin de asegurar que todo el personal castrense implicado en violaciones de derechos humanos contra civiles, sea investigado y encausado por el sistema de justicia ordinaria.
Revisar los procedimientos para responder a las denuncias de torturas y otros malos tratos e investigarlas de conformidad con el Protocolo de Estambul, lo que incluye la reforma de los procedimientos especiales aplicados por la Procuraduría General de la República y otros protocolos.
Adquirir un compromiso político y económico con la implementación de las recomendaciones preliminares del relator especial de Naciones Unidas sobre tortura –quien visitó México– e instaurar un mecanismo de vigilancia independiente con la sociedad civil para evaluar su cumplimiento.
Acuse de recibo
“(…) leí su artículo Todas juntas contra la tortura sexual. Me siento triste. Tengo fe en que pronto las cosas van a cambiar porque la vida nunca se detiene, pero quiero que cambien para bien. Es una muy mala señal que las mujeres agredidas sexualmente por hombres que trabajan para el Estado mexicano (a quienes por cierto, todos les pagamos a través de una enorme cantidad de impuestos), tengan que acudir a las instancias internacionales para que les hagan justicia. Por lo pronto, yo les creo a quienes dicen que fueron torturadas y agredidas sexualmente por estos hombres y me solidarizo con su causa”. Lo anterior escribió la médica Abigail Bello Gallardo… Moisés Edwin Barreda añadió: “(…) con este mensaje va mi admiración a tu periodismo”… En víspera del décimo aniversario de la publicación de Complot contra un proyecto de nación, llegó el siguiente mensaje: “Me gusta su sencillez y claridad. La investigación periodística que conlleva y sobre todo la dedicatoria a varios miembros de tu familia”. Firma la sicóloga Isabel García Gómez… En tanto que la traductora Soledad Peralta consigna “Sobre Remembranzas: Sigo leyendo con gran interés un libro donde el uso de la tercera persona le otorga a la vez imparcialidad y objetividad. Sólo que al imprimir las siguientes 20 páginas, no pude dejar de ver el capítulo final, brevísimo, dedicado a la pendejez (…)”
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