miércoles, 14 de mayo de 2014

mayo 14, 2014
Pedro Echeverría V.

1. Si no somos capaces de reunir a mil maestros, rodear y entrar a la SEP o Palacio de gobierno dos días, gritándole a los funcionarios las verdades sobre la educación, la salud, la explotación y la miseria del pueblo en Yucatán, no lograremos que el dócil gobernador y su secretario de Educación le pidan autorización al funesto Chuayffet de la SEP para que resuelva el asunto de la maestra Neyda Pat de Tekax. ¿Saben que le piden a Neyda para reinstalarla? Que “salga de la Coordinadora (CNTE) y que no vuelva meterse en nada que sea de oposición”. Es realmente risible, penoso, que en México existan gobernantes tan bobos que lleguen a este nivel tan bajo. Les faltó decirle que ingrese al PRI o al PAN, que acepte ser candidata y se dedique a arrastrase tras el gobernador del PRI, o por lo menos tras el presidente municipal panista de Mérida.

2. Neyda no es la única maestra suspendida o cesada por defender sus derechos y de todos los profesores del país; como ella hay otros compañeros de diferentes de estados de la República que están luchando por su reinstalación. El gobernador de Yucatán, como los otros gobernadores de “estados libre y soberanos del país”, son simples empleados del gobierno federal. Ninguno de ellos ha defendido nunca los intereses de los pueblos que dicen “los eligieron”; porque en realidad quienes seleccionan y eligen a los gobernadores son los poderosos empresarios y políticos de cada entidad. ¿O alguien tonto sigue pensando que se elige con votos y no con los millones de pesos que ponen los empresarios en cada elección para garantizar sus negocios y ganancias multimillonarias?

3. Por ello los enanos gobernadores y sus secretarios de Educación sólo pueden abrir la boca frente a sus súbditos porque frente al gobierno federal y los dirigentes nacionales de sus partidos se comportan como falderos. Yo nunca he visto –ni lo veré- es que un priísta o un panista, encabecen o apoye las luchas de los trabajadores por sus derechos. Jamás los he visto –por lo menos en los últimos 50 años- que sufran persecuciones o cárceles por defender a los trabajadores. Lo único que hacen los políticos de la burguesía es acudir al local de su partido, andar arrastrándose ante los altos políticos, estar atentos en los asuntos empresariales y dar el salto cuando ya se les pida intervenir. Por el contrario, todos ellos han dado siempre muestras claras en sus declaraciones de estar contra las luchas de los trabajadores.

4. Neyda no se desespera ni tiene porque hacerlo. Durante su ausencia no ha dejado de enseñar sus conocimientos en las Plazas públicas de Yucatán, de la ciudad de México, de Oaxaca y otros lugares. Por eso se ha gritado: “El maestro luchando también está enseñando”. Su reinstalación depende de la lucha nacional de los profesores de la CNTE que a la larga debe triunfar porque es una batalla absolutamente justa. Además tendrán que pagarle a Neyda todos sus salarios caídos porque no tuvo ella ninguna culpa, sobre todo porque es víctima de suspensión en un momento de batalla frontal por el respeto de sus derechos. ¿Puede olvidarse que la ley federal de trabajo –por lo menos en las más vigentes- garantiza el derecho de los trabajadores en todas las huelgas y paros?

5. Luego los gobiernos, con todo el cinismo del mundo, dicen estar preocupados por la educación y por los niños que pierden clases. ¿Estará enterada la población de que México ocupa los últimos lugares en inversión en educación, en porcentaje de matrícula escolar, en salarios a maestros, en estudiantes egresados en primaria, secundaria y nivel superior, en número de investigadores? No los críticos aportamos los datos sino que el la misma OCDE, la UNESCO y la ONU son los organismos que de manera permanente están aportando los datos. Por ello, a la larga o en tiempo medio, los maestros de la CNTE ganarán todas sus batallas, aunque no sea en los próximos días; los Chuayffet, Peña Nieto o Rolando Zapata se quedarán silbando en la lona.

6. ¿Quién provoca la violencia? Obviamente los gobiernos que no oyen ni quieren ver. Los compañeros de la CNTE, con brigadas integrados por siete estados de la República, están recorriendo el país para hacer más fuerte las batallas. Las manifestaciones del 15 de mayo son cada año más numerosas y combativas; en tanto el gobierno de Peña Nieto está en proceso de debilitamiento por estar dando continuidad a todos los errores y corrupciones que heredó de gobiernos anteriores. El desempleo y los asesinatos, la inseguridad y la miseria del pueblo, siguen el mismo ritmo de años anteriores. La represión contra los maestros inconformes que luchan sirve como muestra y amenaza contra todo el movimiento. Pero éste crecerá este mes de mayo, en junio o en julio; pero no habrá quien pare a la CNTE. (7/V/14)