sábado, 24 de mayo de 2014

mayo 24, 2014
CIUDAD DEL VATICANO / BUENOS AIRES, 24 de mayo.- El Papa Francisco inicia este sábado una gira histórica por Jordania, Israel y los territorios palestinos. El recorrido de tres días uno de los hitos más importantes para el Pontífice, uno de las personalidades más populares del mundo.

Sería una auspiciosa al ejercicio de quien fuera Jorge Mario Bergoglio, un argentino de 77 años de edad y cuya trayectoria desde su elección el 13 de marzo de 2013 - parece mentira que pasó tan poco tiempo - ha sido estelar.

Hoy parte el Papa Francisco a Tierra Santa, 50 años después de Paulo VI.

Pero un incidente diplomático pudo desviar la atención en un momento en que El Vaticano necesita que ésta se centre en el viaje a Tierra Santa.


Aunque en última instancia, el incidente sea leve, casi jocoso, casi divertido, y muestra una vez más la especial personalidad de Francisco.

Se trata de una carta que el Papa envió a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de felicitación con motivo de la fecha patria del país rioplatense, el 25 de Mayo. Allí, le augura "diálogo, pacificación, concordia, solidaridad y justicia".

“Me es grato hacerte llegar mi saludo y cercanía con motivo de la fiesta nacional, junto con mi más sentida felicitación a todos los argentino (sic), para quienes pido al señor, por intercesión de María Santísima de Luján que encuentren caminos de convivencia pacífica, de diálogo constructivo y mutua colaboración y crezca así por doquier la solidaridad, la concordia y la justicia”.

Es todo.

La Casa Rosada anunció, como cosa de protocolo, la existencia de la misiva. este jueves 22 de mayo.

Pero inmediatamente la carta llamó la atención de la prensa. No es un documento impreso sino que es de puño y letra de Bergoglio; no lleva el sello del Vaticano; está escrita todo en mayúsculas; se dirige a la presidenta argentina como "Cristina" y tiene un error de ortografía. ¿Es verdadero?, pensaron.

Portavoces del Vaticano - entre ellos el monseñor también argentino Guillermo Karcher, de "Ceremonial del Vaticano" - negaron su autenticidad o mermaron su importancia y sugirieron que ahí en Buenos Aires,  o no decían toda la verdad, o alguien los engañó con un "papelito".

El Papa, dijeron esos voceros, estaría muy enojado por ese documento "apócrifo".

Luego, y ante la evidencia, insistieron en que "fue un telegrama habitual de saludo con motivo de una fecha patria, no una carta".

Con el Papa, dijo Karcher según los medios argentinos, con el Papa no se juega.

Siguió rodando el presunto misterio, hasta que desde el Vaticano, el mismo Papa, tranquilamente, confirmó la autenticidad del documento. Y le dijo al embajador de su país natal en la Santa Sede que si él estaba enojado, era porque se hubiese dudado de la autenticidad de su mensaje, especialmente escrito a mano, con sus mejores deseos para la Argentina.

El mismo Francisco, dice FoxNews, llamó por teléfono a su nuncio en Buenos Aires para que éste rectificara sus declaraciones y reconociera que su carta, es de él.

Y así fue.

Asimismo, el portavoz papal, Federico Lombardi, reconoció hoy que la carta enviada a nombre del Papa a la presidenta de Argentina como salutación por las fiestas patrias de ese país y que la víspera fue considerada como falsa, salió efectivamente del Vaticano.

“Es un mensaje oficial enviado por la Secretaría de Estado a nombre del Papa para los saludos a los jefes de Estado con motivo de las fiestas patrias de cada país”, dijo el sacerdote jesuita en declaraciones a Notimex.

“La Secretaría de Estado es la encargada de esto, lo manda a nombre del Papa. Obviamente no es una carta personal autógrafa del santo padre, pero es auténtica”, aclaró.

Así salió al paso de la polémica que suscitó en las últimas horas el mensaje, que el jueves fue difundido por la Presidencia de la República Argentina, pero el cual fue calificado como “falso” y “un papelito” por un funcionario cercano al pontífice.

Guillermo Karcher, sacerdote argentino integrante de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas de Su Santidad, expresó en varios medios su molestia por el supuesto uso abusivo del nombre y de la persona de Francisco.

Ni bien fue dado a conocer algunos periodistas comenzaron a dudar de la autenticidad del mensaje, entre otras cosas porque -en el mismo- el Papa tuteaba a la presidenta, estaba redactado todo en mayúsculas y tenía un error de ortografía.

Pero ayer mismo en Buenos Aires, el gobierno convocó a una conferencia de prensa en la cual tanto el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Olivieri; como el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, aseguraron que el texto les había llegado directamente de la nunciatura apostólica (embajada vaticana).

En medio de la polémica generada por esas versiones contradictorias, Lombardi explicó que el envío de cartas como esa son una “práctica habitual” que compete a la oficina de política interior y exterior de la Santa Sede, la Secretaría de Estado.

“No es que sea un mensaje secreto, está dirigido al presidente y jefe de Estado”, precisó el director de la sala de prensa vaticana.

Este mismo viernes Karcher dio marcha atrás en sus declaraciones iniciales y confirmó que la carta es auténtica, aunque aclaró que se trató de un telegrama. De ahí su redacción toda con mayúsculas. (La Nación / NTX)