sábado, 31 de mayo de 2014

mayo 31, 2014
Escrito del lector Ian Moone dirigido a Libertad de Expresión Yucatán

Tener un voto para el candidato a rector vale muchísimo, como ha quedado demostrado en los últimos meses de gestión de la Dra. Zulema Cantillo Ciau en la Facultad de Química de la UADY, en donde el abuso de poder, las represalias, la mala administración y la falta de preparación para desarrollar sus obligaciones ha quedado patente.


Ahora, si se le suma un segundo voto, el que otorga el consejero maestro, que en este caso es la pareja/novio/esposo (no está del todo claro, más que tienen hijos en común) de la Directora, el Dr. José Chin Vera, que además es Coordinador de Licenciatura de LQ, Gestor Tecnológico, Responsable de Grupo formulador, Responsable del área de la enseñanza de la Química, Miembro de comités de evaluación de trabajos de Titulación (poniéndose a la par de la Secretaria Académica, M. en C. Martha Mena, y por la sensación que da, a veces por encima de ella) y profesor de por lo menos dos asignaturas, la cosa se pone mejor. 

Pero ojo, todas las labores desempeñadas por el Dr. Chin son porque él se encuentra sobre-cualificado y no por ser pareja de la directora, bueno, eso es lo que le dice a todo el que le cuestiona. 

La última muestra de nepotismo de esta pareja llegó en forma de correo electrónico, en donde la excelentísima Directora informaba que el Dr. Chin sería Coordinador también de la carrera de QFB de la Facultad, destituyendo de su cargo al M. en C. Mario Ramírez.


Esto es por tanto lo que vale tener votos para el candidato a rector de Dájer, pero, ¿cuánto cuestan realmente estos dos votos? La respuesta vino estos días como rumor de pasillo, de esos que abundan en un sitio con tales antecedentes, los votos al candidato a rector valen: ¡poco más de un millón de pesos!, que incluyen condonación de préstamos y aprobación de otros, que de igual manera desaparecerán. 

Así, revisando la nómina publicada por su portal de noticias, se puede observar las cantidades que adeudan o adeudaban, si los rumores son ciertos, la Directora, el Consejero Maestro, el Secretario Administrativo (Amílcar González) y el Representante Sindical de la Facultad (Orlando Vera), el cual a su vez es dueño de la cafetería que da servicio en la Faculta de Química, bueno, no de él, de su esposa, pero donde es posible verlo varias horas en al día atendiéndola.


Curiosamente el Jefe de UPI, el Dr. Rolffy Ortiz, en poco menos de seis meses pasó de tener un coche muy austero y sencillo, a dos de alta gama, los cuales lleva indistintamente a la Facultad. El propio Dr. Ortiz dice que los adquirió por medio de préstamos otorgados por la UADY. ¿Algún día los pagará? 

Así que, en estos últimos meses, hemos sabido lo que vale tener votos para el rector, pero sólo en estos días pudimos conocer lo que cuesta tener esos votos para el rector, y para todos nosotros, pues la UADY es una universidad pública que se gestiona con los impuestos de todos los mexicanos.