martes, 20 de mayo de 2014

mayo 20, 2014
LAGOS, Nigeria, 20 de mayo.- El Gobierno de Nigeria cree que las más de 200 niñas secuestradas por Boko Haram no están juntas ni en el bosque de Sambisa, base de operaciones de la milicia radical, sino que probablemente han sido divididas en varios grupos y repartidas por todo el país. Según el ministro de Información nigeriano, Labaran Maku, «no hay indicios que demuestren que nuestras niñas están todavía en el bosque. Tampoco hay indicios de que hayan sido sacadas del país».

Las menores secuestradas, en un vídeo difundido por la organización terrorista.

Las labores de búsqueda del Ejército nigeriano, apoyado por la ayuda internacional, se han centrado en el bosque de Sambisa, en el estado norteño de Borno, donde en un primer momento se sospechó que las menores fueron llevadas tras el secuestro. No obstante, tras no haber dado con ninguna pista que demuestre que puedan estar en esa zona, el ministro cree que «hay posibilidades de que hayan sido divididas en varios grupos».


Las niñas siguen en Nigeria

Del mismo modo, Maku ha negado las informaciones que aseguran que las niñas han sido trasladadas fuera de Nigeria. «Hay quien ha dicho que las han visto en Camerún y en la República Centroafricana, pero no hay pruebas que lo demuestren», argumentó Maku tras reconocer que es «difícil» luchar contra los miembros de Boko Haram. El ministro aprovechó la entrevista para instar al Gobierno Federal a que negocie con Boko Haram la liberación de las niñas secuestradas en una escuela de Chibok el pasado 14 de abril.

El líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, amenazó públicamente con vender a las escolares y exigió la libertad de sus militantes para poner fin al secuestro de las menores. El pasado sábado, Nigeria y sus cuatro países vecinos -Níger, Chad, Togo y Benin- acordaron declarar la guerra al grupo terrorista, para lo que contarán con el respaldo de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido. Boko Haram, que significa en lenguas locales «la educación no islámica es pecado», lucha por imponer la «sharía» o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3,000 muertos. (EFE)