MÉXICO, 30 de mayo.- Tras pasar siete meses detenido en la estación migratoria de “Las Agujas” en Iztapalapa, Ciudad de México, Ender Manuel Hernández, activista gay salvadoreño de la organización “Entre Amigos” fue liberado por las autoridades migratorias mexicanas para que continúe su proceso de petición de asilo en el país después de haber sufrido ataques homofóbicos en su contra en la nación centroamericana.
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En conferencia de prensa, Hernández explicó que la liberación se dio después de que fue intervenido quirúrgicamente de la vesícula el pasado 21 de mayo en el hospital Manuel Gea González y al regresar a la Estación le indicaron que ya se había emitido su oficio de salida.
Para Ender, la situación fue “rara” después de que desde su llegada a México en octubre pasado fuera detenido por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en las inmediaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR) en Tapachula, Chiapas y a pesar de haberles explicado que iba a solicitar refugio, éstos le indicaron que podía iniciar el proceso desde la estación migratoria Siglo 21, ubicada en Tapachula.
Allí solicitó inmediatamente el reconocimiento de su condición de refugiado ante el acoso y la violencia en su contra por razones de género. La única respuesta que recibió fue su traslado a la estación de “Las Agujas” en Iztapalapa en diciembre del año pasado.
El 3 de enero de 2014 se le notificó la resolución negativa de la COMAR, le negaron el asilo y medidas complementarias sin darle oportunidad de presentar pruebas antes de la resolución.
Por escrito, el 7 de enero, solicitó ante el área jurídica de la estación migratoria su deseo de recurrir a un recurso de revisión, sin embargo el INM no realizó los trámites requeridos y COMAR no tuvo por interpuesto su recurso.
El decidió intentarlo de nuevo, debido a que no desea volver a El Salvador. Con el apoyo de la organización civil Sin Fronteras, el 5 de marzo, interpuso un juicio de amparo con la intención de que le sean reconocidos sus derechos y que su caso sea revisado.
Este recurso le ha permitido permanecer en el país sin ser deportado.
Para Ender, lo más grave fue que al externar su preferencia sexual lo remitieron “para cuidarlo” al pabellón de personas con deficiencias en su salud mental, y que al interior de la estación, otros detenidos, pero sobretodo los custodios, lo acusaran sexualmente, al agrado de ofrecerle “ver” su caso si mantenía relaciones sexuales con ellos.
El activista denunció que a pesar de haberse acercado de manera constante a los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no obtuvo respuesta alguna. El mayor apoyo lo recibió por parte de organizaciones de la sociedad civil como Sin Fronteras, Ustedes somos nosotros, Migrantes LGBT y el Instituto para la Seguridad y la Democracia.
Por el momento, esperará la resolución por parte de la COMAR con la finalidad de que se reconozca su calidad de refugiado y pueda tener una vida más tranquila en México, donde no se le violente o juzgue por su preferencia sexual. (Leonardo Bastida Aguilar para NotieSe)
