lunes, 28 de abril de 2014

abril 28, 2014
EL CAIRO, 28 de abril.- El líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y otros 682 presuntos islamistas favorables al derrocado presidente Mohamed Mursi fueron condenados a muerte el lunes por un tribunal de Egipto.

El mismo tribunal conmutó en cadena perpetua 492 de las 529 penas capitales dictadas en marzo, también contra islamistas simpatizantes de Mursi. La condena masiva, pronunciada el 24 de marzo, fue muy criticada por la ONU y suscitó una fuerte indignación en todo el mundo.

Entre los sentenciados por la corte de la ciudad de Menia, en el Alto Egipto, se encuentra el máximo líder de los Hermanos Musulmanes, Mohammed Badie. (© Al Youm Al Saabi/Reuters)

Sin embargo, esas condenas a muerte tienen pocas chances de ser confirmadas en apelación, ya que según la opinión unánime de los expertos, el juez no respetó el procedimiento judicial ni los derechos de la defensa. Pero el simple hecho de que la justicia dicte sentencias de ese tipo sin conmocionar al país muestra el clima viciado que existe en Egipto.


Un tribunal de El Cairo prohibió además este lunes el Movimiento del 6 de abril, el principal grupo de jóvenes que encabezó la revuelta contra el derrocado presidente Hosni Mubarak en 2011. Los activistas se manifiestan contra el régimen dirigido por el ejército, cuyas fuerzas de seguridad mataron a unos 1.400 manifestantes desde el golpe de estado el 3 de julio pasado que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, el único elegido democráticamente en la historia de Egipto.

Una amplia mayoría de la población y los medios de comunicación en forma casi unánime aplauden la represión implacable de las fuerzas de seguridad. Actualmente más de 15.000 partidarios de Mursi y militantes de los Hermanos Musulmanes están detenidos.

Repudio internacional

El secretario general de la ONU , Ban Ki-moon, consideró que las condenas a muerte "parecen claramente no respetar las reglas de base del proceso justo", indicó el lunes su portavoz y agregó que Ban está "preocupado" porque "son susceptibles de perjudicar las perspectivas de estabilidad a largo plazo de Egipto".

A su vez, la Casa Blanca denunció enérgicamente el lunes las condenas a muerte: "El veredicto de hoy, al igual que el del mes pasado, constituye un desafío a las reglas más elementales de la justicia internacional", afirmó Jay Carney, portavoz de la presidencia estadounidense, en un comunicado en el cual también evocó "un precedente peligroso".

"¿Dónde está la justicia?"

Varias mujeres que esperaban el veredicto en las afueras del tribunal, rodeado por fuerzas policiales, se desmayaron cuando conocieron la sentencia. Las personas condenadas el lunes fueron acusadas de haber participado en manifestaciones violentas en Minya, el 14 de agosto de 2013.

"¿Dónde está la justicia?", preguntó una mujer. "Mi hijo Jaled no hizo nada y es condenado a cadena perpetua", dijo otra. Antes del fallo varias personas habían dicho que sus familiares no tenían nada que ver con las manifestaciones de Mina y en las cuales murió un policía que resistió al ataque de una comisaría.

"Ni hijo ni siquiera reza. Ni siquiera sabe dónde está la mezquita", comentó la madre de uno de los condenados a muerte.

Otra madre sorprendió al confesar: "Mi hijo murió hace tres años y su nombre aparece citado en este caso".

Según Jaled ElKomy, coordinador del equipo de abogados que defiende a los 529 condenados del juicio del 24 de marzo, 60% de ellos "tienen pruebas que demuestran que no estaban presentes en el ataque a la comisaría". (AFP)